El ensayo general de la Magna

03 de diciembre 2024 - 07:07

Hay causas que merecen la pena en la vida. Por ejemplo, defender a capa y espada que las celebraciones navideñas en Sevilla no deben empezar antes de que haya transcurrido la Purísima. Las mezclas están muy bien para la coctelería, tan de moda nuevamente con sus negroni, sus dry martini y sus bloody mary, pero en esto de los calendarios cívico-litúrgicos que rigen las viejas ciudades barrocas del sur de Europa es mejor limitarse a un tinto de reserva monolítico e inviolable, como los reyes. Evidentemente, esa vieja sabiduría de que a cada acontecimiento le tocaba una fecha y no es bueno mezclar churras con merinas se ha perdido en esta sociedad estresada, acelerada e hiperactiva del capitalismo asiático. A nuestro mundo le cuesta saber a qué atenerse, que es lo que toca en cada momento, de ahí estas mezcolanzas infames, al estilo calimocho, en las que nos encontramos siete días de black friday, unidos a la excitación previa de la Magna y los fastos para inaugurar las luces navideñas a destiempo. El pasado sábado el centro de Sevilla era una auténtica ratonera difícil de abandonar, tanto como Saigón cuando Charlie ya combatía en sus arrabales. Sólo una persona con buenas piernas y la determinación absoluta para vencer a la masa que lo invadía todo podía lograrlo. No había taxis, los autobuses pasaban repletos, el tranvía limitado a la parada del Alfonso XIII... Podemos decir que aquello fue un ensayo general de la procesión Magna que se celebrará en Sevilla el próximo 8 de diciembre y que colocará a nuestra ciudad en el top de ciudades surrealistas. Lo cual, no crean, no me parece del todo mal. Hemos sobrevivido a la experiencia de meter a decenas de miles de personas en el centro para ver a los resucitados de Andy y Lucas (que eso sí que es un milagro) el día en que media ciudad ha empezado la orgía de compras del solsticio de invierno (lo llamo así, a lo Torrijos, para no contaminar el dulce nombre de Navidad). Y si esto se ha logrado, ¿por qué no va a salir bien una procesión en la que están algunas de las devociones más arraigadas en el pueblo sevillano? Por decirlo de alguna manera, la Magna contará con un extra de protección celeste.

Lo del alumbrado de invierno ha servido también para recordarnos a algunos que, en esta ciudad, para meterse en el centro no solo hay que consultar el parte meteorológico, sino también la agenda de actividades y, muy especialmente, la de las páginas de cofradías. Ya lo saben, el día 8 no se olviden de mirar bien el periódico, les puede salvar de una experiencia muy desagradable.

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