Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Nuestra vida está hoy organizada con internet. Acceso instantáneo a la mayor información que jamás hemos podido imaginar, obtener servicios públicos y privados y en general comunicarnos con el mundo a través de medios como el correo electrónico y por supuesto las redes sociales. Y todo inmediato, desde casa o desde nuestro móvil y prácticamente sin costo. Ha modificado el ocio en general y los niños disponen de internet en su vivienda y aula. Pero ¿cómo, porqué y cuándo se creó internet? Es una historia fascinante que parece un buen guion cinematográfico. El 4 de octubre de 1957, cuando la URRS puso en órbita el primer satélite artificial Sputnik 1, se cuestionó la supremacía científica estadounidense. Cuatro días después, el secretario de Defensa Neil McElroy, economista de Harvard, propuso al presidente Eisenhower crear dos organismos para poder competir con los avances tecnológicos de los soviéticos, aportando los importantes recursos económicos necesarios. Así se crea ARPA (Advanced Research Project Agency) y también la NASA. El director de proyectos de ARPA, J.C.R. Licklider, psicólogo de formación, establece contratos con los principales centros de investigación del país, universidades y empresas. Se pasó de investigación militar a investigación científica y al trabajo en equipo.
Todos esos centros de investigación había que comunicarlos de manera eficiente y así surge ARPAnet, organizada por Bob Taylor en 1966. A la vez que la red se montaba, el norteamericano Paul Baran y el inglés Donald Davies (desconocidos entre sí y trabajando en diferentes contenidos y metas) llegaron a la misma revolucionaria idea para facilitar las comunicaciones entre ordenadores: paquetes enlazados a través de una red distribuida, que supuso un salto de calidad que funcionó hasta 1978, en que nuevos protocolos dieron paso en 1983 a lo que se llamó internet, red abierta y pública. En 1991, gracias a la facilidad de manejo que supuso la implantación de la “Web”, los proveedores de servicio de conexión a internet ganaron en popularidad. El origen de internet se debe a continuidad y constancia. Aunque el factor económico fue determinante, pues se tardaron décadas en sacarle rentabilidad a esta herramienta. En 1994 se reunieron los 19 científicos más relevantes del proceso y se hicieron una foto de familia para el recuerdo. Su sonrisa mostraba a las claras que su visión nunca llegó a imaginar lo que hoy supone internet.
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