Monticello
Víctor J. Vázquez
El auxilio de los fantasmas
ANDALUCÍA vota hoy. Y eso es lo único que importa. Atrás quedan quince días de campaña átona, casi aplatanada y no sólo por una ola de calor, semanas de sondeos coincidentes en que la carambola del cambio tenía fondo político además de aritmética electoral y meses de cábalas sobre cuándo se pondrían las urnas.
Quizás a usted le importa que el autogobierno siga siendo clave en su vida, porque se ocupa de la mayoría de las cuestiones que afectan a sus problemas cotidianos. O que en una legislatura muy dura, con un pandemia que nos encerró a todos, el autogobierno se ocupase diligentemente de administrar las vacunas que nos permitieron remontar nuestra vida (puestas a disposición por el Estado, no se olvide). O le importa que aun cuando la economía retrocede de una forma no vista desde la Guerra Civil, Andalucía no se queda más atrás que el resto. O le importa que sus hijos hayan podido proseguir sus estudios en las aulas. O valora que no haya que renunciar a lo que los suyos lograron porque no puede pagar lo que le piden por heredarlo.
A usted igual le importa que se valore el trabajo de los andaluces, que se facilite la creación de riqueza, que para que sea justa y equitativa no puede depender sólo de los recursos públicos, sino de lo que la propia sociedad civil es capaz de crear. O le importa que el vigor económico no recaiga en exclusiva en sectores que generan menos valor, sino que hay que potenciar la industria y la innovación para un desarrollo sostenible, que respete un entorno que nos hace privilegiados por vivir en Andalucía.
Por contra, a usted quizás le importan o preocupan más otras cuestiones, con distintos matices y con enfoques que tienen otro encaje diferente.
Porque lo único que de verdad importa es que todos, hoy, podremos votar y decidir qué queremos que sea Andalucía.
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