La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La sanidad funciona bien muchas veces en Andalucía
Afirma el viejo adagio, tan certero como la mayoría, que nadie se acuerda de Santa Bárbara hasta que no truena. Ayer fue la festividad de la Patrona de Artillería, era lunes y los truenos habituales no faltaron, pero sin que sean salvas sino atronadoras bombas que caen sobre este pobre país, antes nación, llamado España. Y no vamos a tener otra salida que ir acostumbrándonos a esta tormenta continua, sorprendente y francamente inadmisible. Ayer fue Santa Bárbara, los truenos de a diario no faltaron, los telediarios son fuente inagotable de noticias ciertamente luctuosas y alarmantes y ahora, eureka, llega ese macropuente que enlaza Pursima y Constitución. Esa Constitución a la que nos agarramos como asidero salvavidas tras aquella dictadura que, como o espabilemos, vamos camino de repetirla.
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