Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Calle Rioja
FUE el último mes de febrero que pasé en mi pueblo. El febrero de 1975 ya estaba en Madrid estudiando Periodismo. El 17 de febrero de 1974 fue domingo y el lunes 18 fue el día que más cerca estuve de hacerme ateo. El cura del instituto, don Antonio, era muy del Barça y levitaba con lo que había ocurrido la víspera. Hoy se cumplen cincuenta años del 0-5 del Barcelona al Madrid en el Bernabéu. Dos de Asensi, uno de Cruyff y los otros dos de Juan Carlos y el peruano Hugo Sotil. El portero madridista era García Remón. El árbitro, Orrantía.
El partido lo retransmitió a las ocho de la tarde de ese domingo Televisión Española. En el Marcador Simultáneo Dardo, la clave del partido era Brandy Fabuloso. Era la primera temporada de Cruyff en el Barça. Los días previos apenas había podido entrenar. El 9 de febrero de 1974, ocho días antes del partido, había nacido en Amsterdam su hijo Jordi Cruyff.
La goleada blaugrana no tuvo efectos colaterales en Sevilla porque los dos equipos de la ciudad estaban en Segunda División. Ese mismo día, el Sevilla derrotaba 2-0 al Orense (goles de Biri Biri y Fonseca, portero orensano, en propia meta) y el Betis empataba a uno con el Córdoba en El Arcángel, gol verdiblanco de Javier López, el autor de los dos goles de la final de Copa de tres años después. La semana anterior hubo un parón liguero por lo que las crónicas llamaron “el desastre de Francfurt”. Un gol de Katalinski a Iríbar en esa ciudad el 13 de febrero de 1974 dejaba a España fuera del Mundial de Alemania. Su segunda ausencia consecutiva. Se sacaron la espina tres años después, con el gol de Rubén Cano a pase de Cardeñosa en el Maracaná de Belgrado que le dio a España el billete para el Mundial de Argentina. El día del botellazo a Juanito. En la selección de Ladislao Kubala jugaron como compañeros los madridistas Benito y Amancio (su último partido con la selección) y los azulgranas Juan Carlos y Asensi, goleadores cuatro días después en una de las noches más negras del madridismo. Cinco días antes, el 12 de febrero, Joaquín Sabina cumplía 25 años y Arias Navarro, el presidente que relevó a Carrero Blanco tras su asesinato, anunció el llamado espíritu del 12 de febrero. Un amago de aperturismo que se llevó como el viento se lleva las hojas la revolución de los claveles en Portugal dos meses después. Grándola Vila Morena.
El parón liguero por el compromiso de la selección sirvió para que se disputara un partido a beneficio de la Cruz Roja entre un combinado Sevilla-Betis y el Ujpest Dosza, uno de los históricos del fútbol húngaro. Vencieron los locales con goles de Sanjosé y Nebot. Una fiesta de colorido en la que Gracia Montes hizo el saque de honor y la banda de la Cruz Roja interpretó los himnos de España y Hungría.
El día de la manita azulgrana en el Bernabéu, Antonio Machín actuaba en el Oasis “con sus melódicas canciones y maravillosas maracas” en un espectáculo presentado como Show de la Frivolidad. Medio siglo después, el Cartuja Center acogerá el próximo 1 de marzo una obra de tributo al cantante cubano enterrado en Sevilla. El escritor Ángel Palomino firmaba en El Corte Inglés del Duque ejemplares de su novela Madrid, Costa Fleming.
La ciudad ya olía a Cuaresma y se notaba en la cartelera cinematográfica. El cine Alkázar programaba de forma sucesiva los clásicos Quo Vadis y La túnica sagrada, con Richard Burton. Uno de los grandes estrenos era Zorba el Griego que se proyectaba en el Palacio Central (entrada por Sierpes, matizaba la publicidad), Emperador en la calle Pagés del Corro y cine Delicias. Otros títulos para competir con el Madrid-Barça de Televisión Española eran Chacal en el Imperial o Los Kalatrava contra el Imperio del Kárate, en el cine Lux, con los Hermanos Calatrava y Agata Lys.
Teatro Tabanque, que dirigía Joaquín Arbide, presentaba un programa con obras de Valle-Inclán en el Pabellón de Uruguay y La Cuadra de Salvador Távora preparaba una gira con su espectáculo Quejío. El 22 de febrero, cinco días después del partido, se presentaba en el teatro Lope de Vega y después viajaba a Aracena y Lebrija.
El Betis iba primero en Segunda (ascendería al final de la temporada 73-74) y el Sevilla sexto. El Sevilla alineó contra el Orense a: Paco; Bea, Martínez Jayo, Hita; Costas, Blanco; Biri, Lebrón, Acosta, Garzón y García. El Betis presentó este equipo en Córdoba: Esnaola; Bizcocho, Iglesias, Sabaté, Cobo; López, Alabanda, Biosca; Aramburu, Mameli, Anzarda. La prensa de la época recogía el encuentro del gambianio Biri Biri en el aeropuerto de San Pablo con el torero Paco Camino y el empresario de la Maestranza Diodoro Canorea. Ese año 1974 Sevilla tuvo un torero negro: Curro Romero encarnó al rey Baltasar en la Cabalgata del Ateneo.
El mismo día del “desastre de Francfurt” de la selección española llega a Alemania el escritor ruso Alexander Solzhenitsyn, expulsado de la Unión Soviética por la aparición de Archipiélago Gulag. Cuatro años antes había recibido el Nobel de Literatura. El mundo, para variar, estaba muy convulso. El libio Gadaffi visitaba El Cairo. El primer ministro soviético Alexander Gromyko se entrevistaba en París con Georges Pompidou y en el Vaticano con el papa Pablo VI. Los jemeres rojos bombardeaban la capital de Camboya y Richard Nixon era recibido con abucheos en Miami. En agosto de ese año presentaría su dimisión por el Watergate. Henry Kissinger se casaba y tenía cuerda para rato (murió en 2023 con los cien años cumplidos).
La 73-74 fue la temporada del atentado contra Carrero Blanco y del espíritu del 12 de febrero de Arias Navarro. El Barcelona de Rinus Michels goleaba al Madrid de Luis Molwny, el único futbolista que sale en la novela El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio. Cruyff ganó en el Bernabéu, pero perdió la final del Mundial con Holanda frente a la Alemania de Beckenbauer. El Madrid se sacó la espina en la final de la Copa del Generalísimo de ese año: 4-0 al Barcelona: goles de Santillana, Rubiñán, Aguilar y Pirri. La semana siguiente al 0-5, el Betis recibía al Linares y el Sevilla viajaba al campo del Levante.
Franco nombraba nuevo embajador en el Vaticano, Gabriel Fernández de Valderrama. Hizo oídos sordos a las peticiones de clemencia de Pablo VI. El 2 de marzo de 1974, dos semanas después del partido, eran ejecutados a garrote vil en la prisión provincial de Barcelona el anarquista catalán Salvador Puig Antich y el polaco Heinz Chez. Johan Cruyff ganó tres Copas de Europa con el Ayax de Amsterdam como futbolista y una con el Barcelona como entrenador, 1992 en Wembley.
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