Hay que devolver el dinero de las sillas

Si el Consejo no devuelve el dinero de la carrera oficial demostrará tenerla más dura que la pata de un paso

14 de abril 2020 - 02:32

El Consejo de Cofradías no tiene la culpa de que no haya habido procesiones de Semana Santa este año. Sólo le faltaba al bueno de Paco Vélez que le imputaran la propagación del virus, la muerte de Manolete o que haga calor en verano. Todo lo más, el Consejo puede tener la culpa de castigarnos con tostones, pestiños, ladrillazos, voceríos de rabo de gato pisado y ripios neobuzonianos muchos Domingos de Pasión. O de someternos a subidas del precio de las sillas y palcos. Al susodicho Vélez le ha tocado este año bailar con la más fea: qué hacer con el dinero recaudado por una carrera oficial que no ha existido por suspensión de la fiesta. No, no tiene culpa alguna el Consejo, pero sí la tendrá (con la agravante de tener la cara más dura que la pata de un paso) si no devuelve el dinero a los abonados. El presidente de la institución, que es un abogado curtido y respetado, sabe que la aplicación de la ley no se somete a votación. La ley se cumple. Y el Código Civil deja bien claro en su artículo 1124 cómo proceder en los casos de resolubilidad de los contratos sin culpa. El Consejo podrá librarse del pago de indemnizaciones y de daños y perjuicios, faltaría más, pero no se entendería que se quedara con el dinero ni en el caso de que no le fuera reclamado. Los señores del Consejo no pueden dar por hechas las cosas ni mucho menos ampararse en un reglamento del que tengo hasta tres versiones en mi mesa, pues lo modifican sin luz ni taquígrafos. Deben devolver los importes de alguna forma, todo lo más ofrecer que quien quiera no lo retire y sea destinado al pago de las sillas y palcos de 2021. Que el organismo haya ingresado ya una primera parte de la subvención a las hermandades no es motivo alguno para no reintegrar los importes cobrados tres meses antes de la Semana Santa. Eso es un problema del Consejo, no de los sufridos abonados. No deben jugar los señores del Consejo con la ventaja de saber que contratar un abogado para reclamar el dinero de la sillas es más caro que los asientos, pues quedarían a la altura de la administración más voraz. No se entiende que se convoque a los hermanos mayores para este asunto, pero no se les citara para el no menos polémico de cargar el IVA a las sillas y palcos. Lógico, pagarle a Hacienda no se somete a votación. Llegado el caso, ningún hermano mayor debería votar la no devolución del dinero para no asumir riesgos personales. Es la hora de que el dinero esté en el bolsillo de las familias, porque se avecinan tiempos muy dolorosos, tal como ha advertido el arzobispo. Busque el presidente la fórmula que para eso tiene conocimientos jurídicos sobrados. Aunque aquí bastaría con el sentido común. Y algo de sensibilidad.

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