La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
Recuerdo el título de la portada de Diario de Sevilla cuando la canonización de Madre María de la Purísima (Madrid, 1926-Sevilla, 1998) en la Plaza de San Pedro del Vaticano en octubre de 2015: “La mejor Sevilla”. La plaza estaba tomada por hermanas de la Compañía de la Cruz, las que siempre salen en pareja para cumplir con sus cometidos. Evocaba aquel título al comprobar que se ha celebrado la primera presentación de las Escuelas de Verano del PolígonoSur. Hace casi dos décadas que se convocan, pero esta vez se le ha dado justa difusión. Es bueno que se sepa que existe esta iniciativa impulsada fundamentalmente por la Junta y el Ayuntamiento con la ayuda de entidades y fundaciones. Gracias a estas escuelas se atiende a 920 niños durante dos meses (julio y agosto) en programas desarrollados por 50 monitores que promueven actividades que abarcan contenidos de ocio (aula matinal) y la instrucción en hábitos saludables, incluidos el desayuno y el almuerzo. No son unos campamentos más. No, no lo son. Son escuelas que están en esa otra Sevilla que preferimos no mirar cuando circulamos por la Carretera de Su Eminencia. Son escuelas que están en la trinchera, en el frente, como cada cual prefiera llamarlo. Es justo que se conozcan, como cuando el Señor visitó las periferias y pegó el aldabonazo que solo Él puede darel Señor.
Las escuelas se organizan en cuatro colegios y tres institutos. Nunca antes se habían presentado en un acto con el alcalde, la consejera de la Junta y el comisionado del Polígono Sur. Y allí estaban esta semana José Luis Sanz, Loles López y Jaime Bretón dando a conocer esa otra mejor Sevilla que tanto se necesita que se conozca. Asumen la puesta en marcha de estas escuelas el Servicio Andaluz de Salud, la Universidad Pablo de Olavide, la Asociación Entreamigos, la de Mujeres Gitanas Akherdi, el Secretariado Gitano, el proyecto Maparra-Cáritas, la Asociación Vencedores, los Servicios Sociales del Ayuntamiento y, por supuesto, el Distrito Sur. Este año colabora de forma especial el cuerpo de Bomberos, las fundaciones Barenboim (que instruye a los más pequeños en la percepción de los sonidos), la Caixa, Telefónica,Quirón, Avenzoar, las del Sevilla y del Betis, MAS ySamu.
En el frente de la Sevilla excluida están todo el año las parroquias, las hermandades, Cáritas y congregaciones religiosas, como conocieron los reyes hace un par de años. Son la Sevilla despierta, nunca dormida, ni indolente. Y están también en verano estas escuelas que cubren los dos meses estivales como pocas. Hay también otra mejor Sevilla que saca una cofradía de 920 niños en julio y agosto. Se trata de que no se descarríen y tengan las mismas oportunidades que otros niños de la ciudad.
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