Gafas de cerca
Tacho Rufino
Nuestro maravilloso Elon
PASA LA VIDA
SI hablamos de economía, empleo y paro en Sevilla, vayamos de lo abstracto a lo concreto. Esta semana ha aumentado la actividad temporal para las empresas de montaje que se dedican a cambiar la rotulación e imagen corporativa de las sucursales de Cajasol. Están colocando la nueva cartelería que incorpora el logotipo de La Caixa, a partir de ahora la propietaria, y acaba con la etapa Banca Cívica. A la par que acontece ese empleo temporal, se consuma la reducción de plantilla en la otrora caja sevillana. De los 1.500 empleos menos que se restan al conglomerado de cuatro cajas que se aliaron hace dos años, se estima que la mitad del recorte de personal, entre prejubilaciones, salidas incentivadas o forzadas, se está haciendo en los servicios centrales de Cajasol y en sus sucursales de Sevilla, Huelva y Cádiz. Difícilmente la Encuesta de Población Activa podrá testimoniar a corto plazo el valor cuantitativo y cualitativo de esa transformación del mercado laboral y del tejido profesional, donde van a menos los empleos cargados de años de experiencia y cualificación.
Esta operación de ajuste, aplicando las técnicas de escala para sumar más clientes con menos empleo, es la incidencia de más envergadura durante el mes de julio en la economía sevillana. Donde La Caixa le aporta más credibilidad y reputación a Cajasol convertida en marca, mientras da la bienvenida a sus clientes. Denota la mayor confianza en la envergadura, profesionalidad y solvencia de la caja catalana, aunque maneje la tijera, que en la entidad sevillana si hubiera permanecido a su libre albedrío y dirigiendo a los cuadros de mando ahora desmontados. En paralelo, avanza la acción social de la Fundación La Caixa como la de mayor capilaridad en el territorio sevillano de la solidaridad y de la exclusión social.
Cuando Griñán y Zoido hablen de empleo, vayamos también de lo abstracto a lo concreto. A los miles y miles de profesionales de la banca que se quedan fuera de un sector cuya reconversión aún dista de haber tocado fondo. ¿Dónde está la actividad productiva cuyo crecimiento reenganche a esa población para que no sea clase pasiva?
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