Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Este año el Centro de Interpretación del Puerto de Sevilla alcanza su 25 aniversario. Inaugurado el 7 de julio de 1999 por Manuel Chaves, en aquel momento era presidente de la Autoridad Portuaria Manuel Fernández y su director, José Luis Hormaechea. Ubicado en la avenida de Las Razas, en una de las naves construidas con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, costó unos 30 millones de pesetas.
El Museo del Puerto de Sevilla es un espacio cultural que nació con el objetivo de ofrecer a la ciudad una amplia perspectiva sobre el pasado y las actividades de uno de los mayores motores económicos de la provincia. El Centro se constituye como un recurso educativo de primer nivel adaptado a todos los públicos que, de forma singular a través de ciertas piezas, aproxima al visitante a la realidad de los muelles; escenario característico por ser el único Puerto marítimo de interior de España. La diversidad de recursos interactivos, así como la recreación de distintos oficios e instrumentos del entorno, acercan la cultura portuaria y, en definitiva, la historia de Sevilla.
A lo largo de 1.600 metros cuadrados el visitante puede conocer cuatro etapas: los orígenes milenarios, que reflejan las culturas antiguas que pasaron por el Puerto; el esplendor y consolidación de su actividad, que representa, entre otros momentos históricos, su papel como cabeza del comercio con las Indias; la dominación del río, que simula un viaje a contracorriente desde la desembocadura del Guadalquivir hasta la dársena y explica todas las obras para mejorar la vía navegable (cortas); y el Puerto hoy (de 1999) y del futuro, que incluye datos, gráficos de mercancías, mapas de destino y origen, así como los planes de desarrollo de aquel momento (construcción de la nueva esclusa y dragado de profundización).
De todo ello hay que destacar varias piezas históricas de gran valor dentro del patrimonio industrial, como son la grúa del Pedroso (1842) o la Birmingham (principios del siglo XX), un traje de buzo, la maqueta del Real Fernando (primer barco a vapor de España), una boya con su peso muerto, la cuchara y cabina de una grúa, o partes del engranaje de apertura del puente de Hierro, por no hablar del fantástico archivo histórico, compuesto por cientos de fotografías, memorias de proyectos, planos y legajos. No obstante, la divulgación y conservación de todo ese rico patrimonio no habría sido posible sin el amor y dedicación de Manuel de la Rosa, Manuel Asián y Belén Barco, guías y conservadores del Centro.
Lo cierto es que algo tan milenario, tan nuestro, cercano y rentable como es el Puerto de Sevilla sigue siendo un perfecto desconocido para los ciudadanos de a pie. Antaño sinónimo de asilo, amparo y refugio, los puertos, y sobre todo el de la capital andaluza, han tenido su sitio en leyendas y obras literarias y, no digamos, en el balance económico de las regiones.
Aunque el Centro lleva más de dos décadas acercando a colectivos la tradición marinera y portuaria de la capital del Guadalquivir, y recibe la visita de muchos centros educativos y asociaciones, la inmensa mayoría de los ciudadanos sigue ignorando su existencia porque se encuentra fuera de los circuitos turísticos y tiene un limitado horario de apertura (solo a grupos por la mañana, y entre semana). Por fortuna, el autor que firma estas líneas fue uno de esos escolares que, en 1999, y con tan solo 7 años, visitó el espacio recién inaugurado; aquella excursión se convertiría en su primera experiencia con el Puerto de Sevilla.
Siendo en el momento de apertura del Centro de Interpretación un intento muy acertado de acercar el Puerto de Sevilla, ahora, 25 años después y con todos sus contenidos desfasados, de cara al centenario de la Exposición Iberoamericana va a tomar un nuevo impulso de la mano de la empresa Engranajes Culturales, que recientemente ha ganado la licitación para su explotación.
Llama la atención que Sevilla sea la ciudad de España con más espacios culturales o museísticos dedicados a la navegación y relacionados (museo naval de la torre del Oro, pabellón de la Navegación, Acuario y Centro de Interpretación del Puerto de Sevilla, al que en breves se unirá las Reales Atarazanas). Sin embargo, aquí la ciudadanía aún mantiene una cierta actitud ingrata e insolidaria con su río y muelles. Por muchos nuevos bares y hoteles que inauguren en sus orillas, el río es su Puerto, y Sevilla es su Puerto.
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