Monticello
Víctor J. Vázquez
El auxilio de los fantasmas
EN la política actual, la campañas ya no son un trámite. Al contrario. El periodo legal en el que se pide el voto acaba siendo decisivo y capaz de alterar el contexto previo: siempre mediatizado por los sondeos. Y en las campañas actuales los debates entre los candidatos se vuelven cruciales. En las autonómicas andaluzas del 19 de junio habrá dos: ambos en lunes, en televisiones públicas y con seis partidos. El primero será esta noche en RTVE.
Mucho me temo que son debates con cartas marcadas. No porque los candidatos sean monologuistas que afianzan sus ideas-fuerza sin contraponerlas realmente con los rivales, sino porque, como el eje de la campaña y del debate –insisto en que erróneamente– es si accede o no al Consejo de Gobierno la ultraderecha de Vox, tanto el PP como el PSOE hacen trampas al abordar esa decisión.
Juanma Moreno insiste en pedir una mayoría suficiente para gobernar en solitario, y apela al voto útil del andaluz moderado para lograrlo, pero jamás descarta que si la aritmética parlamentaria no le deja otra opción, permitirá a Vox cogobernar con el PP. A lo más que ha llegado es a azuzar la amenaza de una repetición electoral.
La trampa es aún mayor –por antidemocrática– por parte del candidato socialista Juan Espadas. Exige que Moreno se comprometa a impedir ese acceso de la ultraderecha al poder –incluso con una ridícula cita ante notario–, pero se negará –lo ha explicitado– a facilitar la investidura al PP si no tiene ninguna opción de gobernar: pide un falso cordón democrático, porque uno real supone ser parte activa al cerrar el paso a Vox. Inmaculada Nieto, de Por Andalucía, le ha puesto en un brete al decir que reflexionarán sobre una abstención con tal fin si se da ese resultado. Esta noche tienen la ocasión de que el debate sea o no entre fulleros.
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