La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
NO va más. Publicados todos los sondeos que habrá sobre intención de voto en las elecciones autonómicas del 19 de junio, hasta ese día iremos a ciegas, por mucho que tal o cual partido comente en privado los trackings o actualizaciones diarias que se seguirán haciendo.
La lectura de las encuestas conocidas responde a la mayoría de interrogantes que nos planteábamos: el PP ganaría en todas las provincias y sumaría más escaños que las tres fuerzas de izquierda que podrían tener representación; el PSOE no estaría activando al electorado que dice movilizar y Juan Espadas pelea por mantener el suelo que fijó Susana Díaz aunque podría no alcanzarlo; Vox crecería, sobre todo donde el PP está más cerca del PSOE; Cs aún puede lograr representación, y la fragmentación a la izquierda del PSOE les perjudica mucho respecto al resultado de 2018.
Dependiendo de la encuesta, el triunfo de los populares se acerca más o menos a los 55 escaños de la mayoría absoluta, por lo que ésa sigue siendo la mayor incógnita, si podrá gobernar en solitario como aspira y reclama Juanma Moreno. Con el vaticinio del sondeo de DYM para Grupo Joly que publican hoy sus diarios, que otorga una horquilla de 44-47 parlamentarios al PP, le alcanzaría, sobre todo si Cs sacase los dos que predice este estudio demoscópico.
Porque las encuestas coinciden claramente en algo: en ninguna de las hipótesis que plantean hay una alternativa a Moreno. Y la campaña apenas ha movido el tablero. Pero no olvidemos que todo está en condicional: si lo que anuncian los sondeos de verdad se parece al resultado real que saldrá de las urnas en una semana. Estos últimos cinco días de campaña, incluyendo el segundo debate de esta noche, seguirán girando por tanto sobre el mismo eje: si las urnas dan a Juanma Moreno un resultado para gobernar como Ayuso o se ve obligado al modelo Mañueco que quiere evitar a toda costa.
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