El cineasta que regateaba a los censores

Calle Rioja

Este miércoles se cumplen 31 años de la muerte de Manuel Summers

Miguel Olid ha dirigido una película sobre el cineasta que el domingo se emitió en el programa ‘Imprescindibles’

Votantes y arbotantes en la jornada de reflexión

Manuel Summers durante el rodaje de una película.
Manuel Summers durante el rodaje de una película. / Redacción Sevilla

12 de junio 2024 - 06:15

A Miguel Olid le pasó como a San Pablo: de perseguidor pasó a seguidor. De ser en sus años mozos de cinéfilo un detractor de la filmografía de Manuel Summers empezó a investigar y tras caerse del caballo de ciertos prejuicios se convirtió en un incondicional. La penitencia es un magnífico documental titulado Summers el rebelde que el pasado domingo emitió Televisión Española en su programa Imprescindibles. Hoy se cumplen 31 años de la muerte de Manuel Summers Isern (1935-1993). Nació y murió en Sevilla. La relación con su ciudad natal (y crepuscular) la describe con mucho cariño Zacarías Cotán Rodríguez, que además de crítico de cine y biógrafo de Summers es sobrino del cineasta.

El Festival de Cine Iberoamericano de Huelva editó en 1993, año del fallecimiento del cineasta, el libro de Zacarías Cotán Manuel Summers, cineasta del humor. Nació en Sevilla el 26 de marzo de 1935, un mes antes de que el Betis ganara la Liga, segundo de los nueve hijos de Francisco Summers Isern y Emilia Rivera Angulo. El padre, que llegó a ser gobernador civil de Huelva y Granada, había nacido en La Palma del Condado, donde su hijo rodaría la película La niña de luto. La madre era de ascendencia jerezana y por todos ellos había alguna correntía de sangre británica.

Cuando nace, la familia vivía en la calle Carlos Cañal, que con Albareda antes habían recibido el nombre de calle Catalanes. En 1960, con 25 años, se casa con Consuelo Rodríguez Márquez, cuya familia tenía una finca en Santa Olalla de Cala, El Chaparral, donde Summers disfrutó de unos veranos que compartía con la playa de La Antilla. No terminó los estudios de Derecho, la disciplina paterna, aunque la faceta de su padre que más admiraba era la de ilustrador y dibujante. En todas las películas de Summers, además de sus guiones, sus personajes, sus juguetes rotos (desde Urtain a Gorostiza, que fue Pichichi de la Liga), sus regates a la censura, están sus dibujos, que para el trabajo de sus actores eran mucho más eficaces que el método Stanislawski. Summers el rebelde: se rebeló contra las fuerzas vivas y alguien cuenta en la película de Miguel Olid que tuvo muchos más problemas con la censura que Saura o Bardem, reputados cineastas de izquierdas.

Los Hombres G

No llegó al siglo XXI ni al euro, pero dirigió La Biblia en pasta. Era un antropólogo de neófitos para el cine. Hay dos Biblias en el séptimo arte, la de John Huston, con Ava Gardner de Sara, y la de Manuel Summers. Uno de sus últimos trabajos fue Sufre mamón, uno de los temas más populares del grupo Hombres G, liderado por su hijo David Summers. Un grupo con más de cuatro décadas de trayectoria a sus espaldas que el próximo 8 de septiembre actuarán en las noches de la Maestranza de Sevilla.

Summers era muy futbolero. Cuenta su sobrino que en Madrid veía todos los domingos al Madrid y al Atleti y cuando venía a Sevilla a ver a la familia veía indistintamente a los dos equipos de la ciudad. Zacarías Cotán cuenta que la última vez que lo vio, poco antes de su muerte, recordaron el primer partido que vieron juntos tío y sobrino. Un Sevilla-Elche en el Sánchez Pizjuán cuando en el equipo ilicitano jugaban Lico, Pazos y Marcial. A los pocos días llevó a sus sobrinos al Benito Villamarín a ver un partido entre el Triana, entonces filial del Betis, y la Balompédica Linense, la popular Balona desde cuyo estadio se divisa el peñón de Gibraltar.

El sobrino de Summers regentó en el paseo de la O un bar de copas con su amigo Perico Barbadillo que se llamaba Casablanca. El mismo nombre de la revista que fundó con Oscar Ladoire y dirigió Fernando Trueba, uno de los cineastas que aparece en el documental de Miguel Olid. Aunque en su Diccionario de Cine (Planeta), en la S de Summers sólo aparecen los cineastas Eric von Stroheim, Preston Sturges y Gonzalo Suárez, unos meses mayor y tan futbolero como él, Trueba le dedica unas palabras muy elogiosas y destaca la singularidad irrepetible de su cine. Michellangelo Antonioni e Ingmar Bergman sí aparecen en el Diccionario de Trueba. El italiano y el sueco mueren el mismo día, 30 de julio de 2007, el día que nace Eva, la primera nieta de Zacarías Cotán, bisnieta de Summers.

Summers actor

El 5 de octubre cumplirá 98 años Mariano Ozores. En sus Memorias, un libro titulado Respetable Público con el subtítulo Cómo hice casi cien películas, a diferencia del Diccionario de Trueba, sí hay unas cuantas menciones a Summers. Al superviviente de la isla de los Ozores (hermano de José Luis y Antonio) le gusta contextualizar los estrenos de las películas. Del rosa a amarillo la estrena Summers en 1963, el año que matan a Kennedy, que se muere Juan XXIII y la butaca de cine costaba 125 pesetas. Su sobrino dice de esta película que es “la memoria de toda una generación, la que creció con el anuncio del Cola-Cao, las canciones de Machín, Bobby Deglané, el gol de Zarra, las novelas de Sautier Casaseca, El Guerrero del Antifaz y el terror a quemarse eternamente en el infierno”.

Summers es el Mon Oncle de la película de Jacques Tati en los recuerdos de Zacarías Cotán. Mariano Ozores cuenta que Summers estrena El sexo ataca en 1979, año de elecciones municipales y constituyentes. Antonio Mercero estrena Verano Azul; Bjorn Borg (el padrino de Alcaraz en Roland Garros) gana en Wimbledon, mueren John Wayne, Blas de Otero y Pastora Imperio. Ese año se estrenan también Camas calientes, Polvos mágicos y, por variar, Mamá cumple cien años, de Carlos Saura. El reparto de El sexo ataca lo encabezan Tip y Coll y Gracita Morales.

Con Carmen Cervera

El productor José Frade le propone a Mariano Ozores que para El primer divorcio, secuela del éxito de Qué gozada de divorcio, contara para el papel protagonista con Manuel Summers, que encarna a un alto cargo de la UCD (cuevas de Altamira) que se separa para casarse con su secretaria, a la que interpreta Carmen Cervera antes de ser baronesa Thyssen. Summers además colaboró en el guión de la película. Otro papel inolvidable del Summers actor fue en la película de Pedro Lazaga ¡Vente a Alemania, Pepe!, que rodaron en Munich con Alfredo Landa y José Sacristán. Manuel Summers se llevó a Lepe al grupo de Bloomsbury del humor: en esta población se jugaron partidos de fútbol benéficos y se creó un festival de cine y una Semana del Chiste, ese algoritmo neperiano.

El documental de Miguel Olid termina con la visita de sus alumnos de la Facultad al archivo-museo de cosas de Summers y la laudatio de Basilio Martín Patino y de Francisco Umbral. Como buen futbolero, era un Amancio que regateaba a los censores y un Gaínza que burlaba el control de los escraches ideológicos y apriorísticos. Olid se cayó del caballo para redescubrir a quien como Coppola o Sergio Leones también hizo su trilogía: To er mundo e güeno, To er mundo e mejó, To er mundo e demasiao, las tres con gente de la calle y la primera con Dum Dum Pacheco.

A Summers, como a Garci (que interviene en la película de Olid), a Manuel Alcántara o a Ignacio Aldecoa le encantaba el mundo del boxeo.

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