La calle del Cardenal Amigo

Amigo Vallejo será recordado en los programas de Semana Santa, ya que su calle estará a los pies de la Giralda

20 de marzo 2019 - 02:32

Las calles de Sevilla se dividen en dos: las que pasan cofradías por ellas y las que no pasan. Si un personaje o entidad tiene una calle dedicada, pero no la recorre ninguna hermandad, está casi en el anonimato. Al menos, en los barrios, les queda la posibilidad de que pase alguna cofradía de vísperas, hermandad de gloria o procesión eucarística. De modo que tendrá su día. Pero una calle en un polígono industrial, sin parroquia en las proximidades, no es comparable a una calle en el casco antiguo. Piensen, por ejemplo, en Javier Lasso de la Vega y Cortezo, ilustre médico y escritor fallecido en 1911, que aparece todos los años en los programas. Pues un honor grande va a recibir el cardenal Amigo Vallejo, que desde 2019 también será recordado en los programas de Semana Santa, ya que su calle estará a los pies de la Giralda.

La nueva calle del cardenal Carlos Amigo Vallejo, que será inaugurada el lunes 25, estará ubicada en el tramo de Placentines más próximo al Palacio Arzobispal. Por allí van a pasar las cofradías que salgan de la Catedral por la Puerta de los Palos hacia el norte (hacia la izquierda), y también pasarán por su calle el Corpus y la Virgen de los Reyes. Será, por consiguiente, el arzobispo mejor tratado en los itinerarios. Otro cardenal, Sanz y Fores, recibió una calle junto al Palacio Arzobispal, pero por allí no pasan cofradías.

A Bueno Monreal le dedicaron una avenida, donde se construyó el Seminario, que es muy transitada, pero por los coches mayormente. Aunque está en buen sitio, no aparece en los itinerarios. Para eso es mejor la calle del Cardenal Spínola, en el barrio de San Lorenzo, al que tan vinculado estuvo. Calle por la que pasan el Gran Poder, la Soledad, el Dulce Nombre, el Buen Fin y otras hermandades.

Hay cardenales con calles y sin calles. A Segura le han aplicado la Memoria Histórica en algunos municipios, no se sabe por qué, pues era monárquico. A fray Carlos Amigo se la aprobaron en un pleno municipal, a propuesta de un socialista, el alcalde Juan Espadas. Corrigió la versión inicial aprobada por el Distrito del Casco Antiguo para dedicarle el rincón existente delante de la parroquia de San Isidoro, lo que pareció poco honor para el cardenal.

Es una alegría y una suerte que Amigo Vallejo pueda disfrutar de la inauguración de su calle en vida. Una calle por la que pasará la Borriquita en primer lugar, y la Soledad cerrando el Sábado Santo, y también la Resurrección, y que se llenará de Esperanza Macarena en la Madrugada.

Un pedazo de Placentines, un pedazo de calle, para un inolvidable cardenal.

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