La bulla de la Avenida en la Navidad de Sevilla

La aldaba

Todo cambia sin darnos cuenta: las preferencias por unas calles para el paseo y hasta las devociones de la ciudad

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Paseantes por la Avenida el 25 de diciembre
Paseantes por la Avenida el 25 de diciembre / José Ángel García

26 de diciembre 2024 - 04:00

Algún día quedará reflejado en algún libro de historia, urbanismo y usos sociales que el inicio del siglo XXI trajo el apogeo de la Avenida de la Constitución como zona de paseo, milla de oro del mes que dura la Navidad de las bullas, arteria del callejero por donde se mueve el público sin ruta fija. En los primeros años de la democracia era la Plaza Nueva el lugar para tomar las uvas, el de las concentraciones por diversos motivos festivos o de protesta organizada. La mal llamada peatonalización de 2007 cambió definitivamente el uso de la Avenida: de lugar de paso con sombra a carril de paseos y múltiples usos sin sombra. En la galería gráfica del 25 de diciembre publicada en la web de ese periódico por José Ángel García se puede comprobar con claridad cuanto decimos. Incluso hay sevillanos parados a tomar el sol entre turistas desorientados que aprovechan unas temperaturas casi de primavera. Nos dicen que es 25 de diciembre y vemos las instalaciones de las luces navideñas, pero las imágenes bien podrían ser de abril o mayo si nos fijamos en algunos atuendos. Las terrazas de veladores de la Plaza de San Francisco y de la Puerta de Jerez, inicio y final de la Avenida, aparecen repletas de público. Son imágenes imposibles en la Sevilla de los años 70, pues en la de San Francisco no hubo veladores durante décadas, tan sólo las dos mesitas pegadas a la fachada del antiguo Laredo. Y, en general, era difícil encontrar un restaurante abierto el día de Navidad en aquellos años, salvo los de los hoteles porque no tenían más remedio. Camareros no se encontrarán, pero raro ha sido el bar con terraza que no ha abierto este día 25. Los usos sociales cambian de una forma que obliga a concluir que la ciudad de hoy se parecerá poco a la de dentro de veinte años

Hay un compañero al que casi lo linchan en las redes sociales por afirmar que las devociones principales de Sevilla serán otras muy distintas a las de hoy cuando pase un siglo. En su día lo fueron el Santo Crucifijo de San Agustín o la Virgen de la Antigua. Y menos mal que el Cristo salió el otro día, porque su importancia histórica la conocían cuatro y, si acaso, los concejales que cada año acuden a San Roque a renovar el voto por el asilo y protección que siempre ha proporcionado a la ciudad. Todo cambia, las preferencias por las calles y las devociones de la ciudad. Quizás cuando se inaugure el complejo denominado Jardín de las Cigarreras y todo lo previsto en los terrenos de Altadis estemos ante el comienzo de un nuevo apogeo de esa orilla del río. Y el próximo 25 de diciembre la lista de lugares de preferencias para tomar el sol haya aumentado. Quizás se hable en el futuro de una ciudad con varias Avenidas. ¿No hay quienes niegan una Sevilla dual? ¿No hay quienes afirman que hay varios centros en cuanto a capacidad de atracción: centro histórico, centro comercial (incluido Los Remedios y Nervión) y la Gran Sevilla del área metropolitana?

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