Qué bueno es hablar de Semana Santa

Antonio Muñoz afirma que habría de pasar algo muy gordo para que no haya Semana Santa y el hermano mayor de Los Gitanos clama por quince minutitos de adelanto para no entrar de día en la Campana. Señales inequívocas de que esto marcha y que ni siquiera esta nueva ola que nos acongoja es motivo suficiente como para ponerse en lo peor. Y lo peor sería otro año sin la Jerusalén efímera en que se convierte Sevilla durante siete días. Y aunque ya tenemos la experiencia de 2020 cuando Juan Espadas dijo que tendría que venir la OMS a suspender la fiesta, las previsiones de hogaño invitan al optimismo. Mueven al optimismo porque el mundo está en camino de darse cuenta de que la mascarilla va a perpetuarse y este estado de cosas va a acompañarnos de por vida. Conque alegrémonos por noticias como esas que hablan de la próxima Semana Santa y laus Deo.