Betis-Liverpool con ensayo desvirtuado

Será ya alta madrugada cuando el Betis afronte su primera prueba del nueve del curso. Curso que se presenta francamente ilusionante para la causa verde, blanca y verde, pero que llega con los inicios muy cogidos con alfileres. Cuando los de Pellegrini se encaren con los reds de Liverpool estarán todavía en chanclas. Y en estas circunstancias sólo cabe rezar para que el rival esté también sin rematar la vestimenta habitual.

Tras el bolo del otro día en Salzburgo ante un rival sin pedigrí, lo de esta madrugada en el Acrisure Stadium ya son palabras mayores. Será la tercera vez que colisionen Betis y Liverpool a lo largo de la historia. La primera vez fue en un amistoso en el trofeo marbellí de 1982 con triunfo de los de Dalglish por 0-2 con el triste añadido de una importante lesión de tobillo del defensa granadino Francis. Por cierto con un arbitraje de un Andújar Oliver que parecía un llanito más.

Hasta 2005 no volvieron a enfrentarse y esta vez fue de forma oficial, en la fase de grupos de la Champions. Los ingleses volvieron a ganar 1-2 con gol bético de Arzu para que la vuelta librada en Anfield se saldase sin goles. Y esta próxima madrugada, primer ensayo de nivel, pero que tampoco servirá para sacar unas conclusiones rigurosas. Es sólo un bolo por mucho prestigio que se le esté añadiendo por parte de LaLiga, más encaminado a imagen de marca que a otra cosa.

Vivimos unos tiempos de laboratorio en el que cuando no falta la probeta nos encontramos sin el tubo indicado para sacar conclusiones. El Betis, como todos, afronta la pretemporada sin gran parte de una tropa que descansa tras la competir con su país o que sigue compitiendo. Es así como todos los equipos se preparan, pero es que así es como se rige el fútbol de hogaño con pretemporadas que cuentan con más horas de avión que ensayos generales sin el grueso de la tropa. En fin...