La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La sanidad funciona bien muchas veces en Andalucía
Sevilla/La llegada de Antonio Muñoz a la Alcaldía se retrasa más que los fichajes de Rinat Dassaev y Diego Maradona por el Sevilla. ¿Recuerdan cuántos capítulos tuvimos que soportar para formar aquel Sevilla de la ilusión? Auténticos vodeviles para después... en fin. Mejor no remover mucho la memoria porque, al fin, el club blanquirrojo terminó algunos años después acostumbrado a volar alto y a convivir entre los grandes. Antonio Muñoz, reconocido sevillista al que Miguel Ángel Moreno ya tiene bendecido públicamente como alcalde in péctore, sabe perfectamente de lo que hablamos. Está tardando en llegar al despacho de alcalde más que el 27 a la Campana cuando trae a Antonio Casado desde Sevilla Este hasta el corazón de la ciudad.
Esperemos que a Muñoz no le hagan un Iceta. No nos referimos precisamente al ministro bailón, sino al obispo vasco que no dejaba de sonar para la sede de San Isidoro, pero acabó en Burgos con más frío que un fin de mes. El PSOE no se puede permitir el lujo de perder la Alcaldía de Sevilla al mismo tiempo que sigue en la oposición en Andalucía. Si los socialistas se quedaran sin la Alcaldía sevillana, ¿saben cuál sería la más importante que tendrían en toda España? La de Vigo. Ay, pillines, por eso habéis puesto en la Plaza de San Francisco el árbol de Navidad más alto de Europa.
El alcalde Abel nos tiene fritos desde agosto con la promoción de las luces navideñas de Vigo. ¡Pues toma abeto plantado por el alcalde socialista más importante de España! Un árbol de 40 metros de altura y 14 de diámetro, una suerte de arco del triunfo simulado con el que se despedirá Juan Espadas, el alcalde tranquilo que alargó la Feria. ¿No tiene Alejandro su estadio, Soledad sus jardines del Prado, Alfredo sus setas y Juan Ignacio su bacalao? Pues mi Juan ya presume de árbol. Que se deje de hablar tanto de Vigo que se ponen nerviosos los municipalistas del PSOE. Un árbol tan espectacular como laico, con la música melódica de Mariah Carey, que genera bullas callejeras y está concebido a la medida perfecta del concepto de pascuas navideñas que ha llegado hasta hoy. A Dios rogando con las cofradías y con la matraca de la Navidad laica dando. Todos y todas. En una sociedad de marcas y referencias, el árbol está puesto para despistar.
A mirar el árbol, olvidar Vigo y ganar tiempo para que Antonio supere los últimos obstáculos y sea investido por fin alcalde. Quien quiera ver las luces de Navidad más altas que venga a Sevilla. Y quien quiera un alcalde socialista de peso, también que venga a Sevilla. De gestión ya hablaremos después, como del juego que dieron Rinat y Diego.
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