¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Capitanía y los “contenedores culturales”
Cónica personal
El amigo de Zapatero ha demostrado una vez más que la democracia es algo que le molesta, un obstáculo en su camino hacia la perpetuidad y la eliminación de los adversarios políticos. José Luis Rodríguez Zapatero, el ex presidente al que tanto escucha Pedro Sánchez y forma parte de su círculo de Moncloa, es amigo de Nicolás Maduro, el dictadorzuelo que acaba de cometer una nueva fechoría, un inconmensurable pucherazo, con trampas previas para evitar que ganara la oposición. Ha impedido que votaran los venezolanos obligados a abandonar su país para huir de la miseria o de la persecución política, al mismo tiempo que prohibía la inscripción a residentes que, sospechaba Maduro, podían sentirse inclinados a votar a Edmundo González. Antes, Maduro había habilitado a Corina Machado, y cuando ella se dedicó a hacer campaña con y para Edmundo González, Maduro puso en práctica la máquina del fraude no fuera a ser que se le escaparan votos por ese flanco. Lula, que era amigo de Maduro, en el último momento vio lo que preparaba el venezolano y decidió no viajar a Caracas como avalador de la limpieza de las elecciones. Tampoco lo hizo el colombiano Petro, ni el argentino Alberto Fernández. Estados Unidos no ha reconocido el resultado que anunció el Comité Electoral; una institución de Maduro, no de los venezolanos. La Unión Europea exige que se revise el resultado con transparencia, resultado que EUU no reconoce. Lula ha pedido un nuevo recuento supervisado por Naciones Unidas y el Centro Jimmy Carter.
En España, el ministro Albares ha cumplido con lo estricto: revisión. No se vaya a enfadar el amigo Zapatero. O los de Podemos, que tan bien se llevan con Maduro. Yolanda Díaz pide que se reconozcan los resultados … y que haya transparencia. Sí pero no. Postura propia de la izquierda acomplejada. Sánchez está en la suyo, en salvar a Begoña Gómez y salvar su propia piel. Unos desalmados están empeñados en aclarar qué ha pasado con los negocios de la mujer del presidente y averiguar si contó con la colaboración del presidente, y pretenden poner a Sánchez frente a un juez. Lo de Venezuela no le afecta excesivamente, tiene otros asuntos de los que ocuparse. Con Venezuela su posición siempre ha sido el perfil, no se fuera a incomodar Zapatero, el amigo de Maduro.
Felipe González, nada más conocer la patraña ofrecida por la junta electoral, ha dicho que el resultado “no es creíble”. No se equivoca el ex presidente, que conoce como nadie Latinoamérica, sabe perfectamente qué presidentes son dictadores y cuáles respetan las reglas de la democracia. Cuenta en ese continente con un prestigio que para sí quisiera ZP. Y Sánchez. Pero el primero está abducido por Maduro y el segundo está más pendiente de no incomodar a socios de su gobierno que en defender la democracia venezolana.
También te puede interesar
Lo último
Antonio R. de la Borbolla | Presidente de la Asociación Nacional de Soldados Españoles
“El soldado español se hace querer en todas partes”
ESPECIAL MATADORES (IV)
Roca Rey: ¿Estadística o regusto?
ENSEMBLE DIDEROT | CRÍTICA
Guerra y música en Berlín