La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
No hay ninguna duda de que la información sobre la negociación del pacto de gobierno municipal entre el PP y Vox que ha firmado en las páginas de este periódico con todo rigor Manuel Ruesga Sánchez (bendita la rama que al tronco sale) ha dado en toda la diana de la actualidad política. Cómo será la fiabilidad de cuanto contaba que hay que pasar lista de la cantidad de dirigentes del PP que se han pronunciado al respecto, los mismos que de Vox para confirmar el lógico flirteo. El todopoderoso Moreno ha anunciado que el alcalde de Sevilla le ha dicho que seguirá gobernando en minoría. El tío de la campaña electoral de las sombrillas azules y los pantalones de pescar ranas, el vasco Borja Semper, también se ha pronunciado en la sala de prensa de la sede de Génova sobre el gobierno del Ayuntamiento de Sevilla. Nunca olvidaremos el tono melifluo, neomoderado e institucional de Semper. Impagable. El secretario general del PP de Andalucía, que existe como tal y se llama Antonio Repullo, también ha pedido su diócesis en la tarta sobre el debate del gobierno de la capital de Andalucía. Uno es que a estas alturas de la existencia no entiende que un secretario general de un partido con mayoría absoluta no haya estado, esté o vaya estar en el gobierno, así que ponemos dos velitas a San Telmo, santo sin cofradía, para que al bueno de Antonio le den una cartera en la próxima remodelación del Ejecutivo andaluz o, al menos, lo pongan de cirineo de Ramoncín, al que le ha caído una mochila más pesada que la de un alumno de la ESO. Todas las reacciones a la información han sido reveladoramente contundentes, incluso con su brizna de dramatismo. ¡Hasta mi dilecto Juan Bueno ha hablado desde el gobierno local! El bueno de Juan Bueno tiene batallas en los desmentidos confirmatorios como para dar un máster en una universidad privada de medio pelo para niños pijos de los que no tienen nota para entrar en la pública. Para no haber negociación ni posibilidad de acuerdo es llamativo cómo se han esforzado en dejar claro que Vox es el demonio. ¡Zape, zape! ¡Guardad en el cajón la foto del acuerdo parlamentario entre el PP de Juanma y el Vox de Francisco Serrano tras aquellas elecciones de diciembre de 2018! A la papelera con ellas que para algunos estarían sacadas de un antiguo carrete de Kodak de 24 fotos en mate o brillo, a elegir por el cliente y a recoger la semana que viene. No hay mayor confirmación de una información que la negación (ejem, ejem) desde varios niveles: nacional, regional y local. Ha sido como un teatro de los teleñecos. ¿Y se han dado cuenta de quién es el único que no ha dicho esta boca es mía? El alcalde. Han pasado 48 horas y no ha negado nada. Es de ruan. Siempre de frente y sin volver la vista atrás. Oseluí está detrás del burladero. ¿Inteligencia Artificial? Inteligencia de ruan. A ver cuánto le dura.
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