Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Puntadas con hilo
El alcalde de Sevilla presume de haber colocado a la capital en el mapa internacional y muchos se preguntan qué significa realmente eso. La respuesta más directa está en la multitud de cumbres que se han celebrado en la ciudad en los últimos años. Eventos de todo tipo: desde políticos a turísticos, empresariales, culturales y deportivos. Por citar algunos ejemplos, en esa agenda se incluyen el congreso de ASTA y el encuentro anual de directivos y vendedores del Ensemble Travel Gorup (un grupo especializado en turismo de lujo). La Cumbre Europa-China de la Federación Mundial de Ciudades Turísticas, la asamblea anual de las regiones y municipios euromediterráneos Arlem, la cumbre de aerolíneas low costlow cost. La presidencia de la Red de Ciudades Ariane y, si se quiere, hasta el Año Murillo o el Maratón, que ya es internacional.
Y, evitando una retahíla mayor de acontecimientos, algunos volverán a preguntar, de otra manera: ¿Para qué sirve esto?
Vale para que el nombre de la ciudad se escuche en foros internacionales donde en algunos casos jamás había sonado. Para dar nombre a declaraciones mundiales y para cumplir con esa obligación que tienen los gobiernos municipales de analizar y debatir problemas globales para aportar soluciones locales.
Y esta responsabilidad es la que justifica que Sevilla sea esta semana sede de un importante encuentro mundial de la mano de la ONU, una cita de alto nivel impulsado por el Gobierno de España y la iniciativa Local 2030 de las Naciones Unidas, que contará con la presencia de la vicesecretaria general de la ONU y más de 150 líderes y figuras relevantes.
Y no es la última reserva que figura en esta agenda internacional, que ya tiene cogidas fechas para 2020. Los congresos llaman a los congresos y Fibes ha cerrado el año con un impacto sobre la ciudad de 200 millones de euros. Y es entonces cuando algunos concluirán que esto de la agenda internacional es un mero ejercicio turístico. Pero de eso vamos sobrados....
No es lo que pretende el gobierno local. Detrás de esta estrategia de internacionalización está también el interés por unir a la Administración con las universidades y el sector privado. Una alianza que puede dar sus frutos y servir de trampolín para lo que es otra obligación del gobierno local: atraer inversiones capaces de hacer remontar a la ciudad.
La irrupción de Espadas en la ciudad del lobby europeolobby ha permitido que haya instituciones internacionales trabajando en proyectos para Sevilla, como es el caso de la Joint Research Center, que tiene ya asignado el solar para el desarrollo de un nuevo edificio como sede permanente de la UE en la Cartuja. Y eso es un buen punto: influencia y empleo.
En resumen, la finalidad es impulsar la imagen internacional de Sevilla como lugar atractivo no sólo para visitar y vivir, sino también para invertir. Para eso es útil y necesario colocar a Sevilla en el mapa pero, de entrada, el ciudadano lo máximo que atisba a ver es a Espadas, que hoy por hoy es el alcalde, viajando mucho al exterior y posicionándose como líder en Bruselas, Pekín o Estambul. Eso puede beneficiar a Sevilla, también a él, seguro. Y no tiene por qué ser censurable. ¿O sí?
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