La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La sanidad funciona bien muchas veces en Andalucía
Abajo el telón así que empiece a caer el manto de la noche y ya se sepa qué hizo el Betis en Villarreal. Se acaba esa Feria de San Miguel que se sacó Ramón Valencia de su chistera y lo hace a lo grande, como si fuera una Feria de Abril normal. Se pone punto final a un serial de catorce días que pasará a la historia como el San Miguel aquél en que otro torero de la margen derecha accedía al trono de Sevilla. Una sede vacante desde hace veintiún años que ya ocupa un mago de La Puebla del Río y que esta tarde prevé realizar una hazaña de las que engrandecen la historia. Como si fuera abril, el ciclo se cierra con la divisa más legendaria, la de la A con asas, la que pasta en Zahariche y le quita el sueño a los toreros desde que se estampa el compromiso. Tras la eclosión del viernes con un juampedro, hoy la de Miura para el recién entronizado Morante, casi nada.
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