Vargas Llosa entre ‘paparazzi’

Ha sido triste ver al escritor envuelto en todo este asunto de revista de peluquería

Mario Vargas Llosa, marqués de ídem.
Mario Vargas Llosa, marqués de ídem. / DS

03 de enero 2023 - 00:01

HA sido triste la imagen del marqués de Vargas Llosa rodeado de una nube negra de paparazzi mientras salía, humillado y cojitranco, de su “piso de soltero”, como le llama el sector más cursi de la prensa. Nadie se ha perdido del festín. Un periódico antaño serio, como La Vanguardia, ha realizado un inusitado despliegue con la ruptura entre el nobel hispano-peruano e Isabel Preysler, poniendo un celo informativo y una pimienta en los titulares que muchos echaron de menos en los días del procés. Quién sabe si estamos ante una venganza mediterránea del decidido apoyo que el escritor dio a la Constitución y al Rey en aquellos días revueltos. Don Mario nunca se ha escondido en las duras, por lo que sus compañeros de la Universidad de San Marcos le pusieron como mote “el sartrecillo valiente”. Eran años juveniles en los que Vargas Llosa combinaba su militancia izquierdista con su admiración por Sartre, enfermedades que pronto superó para alumbrar al escritor e intelectual que todos conocemos hoy: defensor acérrimo de la democracia y el liberalismo. Uno podrá estar de acuerdo con él o no (a veces sorprende su fe ciega en el librecambismo y sus ejecutores), pero siempre se le debe reconocer la solidez de sus argumentos y la nobleza de sus gestos. El famoso epígrafe Piedra de toque, con el que encabeza sus colaboraciones en la prensa, da buena fe de lo dicho.

Ha sido triste, decíamos, ver a Vargas Llosa (el autor de La ciudad y los perros y Conversación en la Catedral, dos de las mejores novelas del siglo XX) envuelto en todo este asunto de amor cuché; verlo fatigar por programas de televisión y revistas de peluquería, para al final asistir a la salida de su “piso de soltero” casi clandestino y derrotado, víctima de una reedición del mito de la mujer fatal –como un personaje de los culebrones de El escribidor– y acusado de “celoso”, con todo lo que eso hoy conlleva: heteropatriarca, machirulo, posesivo... palabras inquisidoras y canceladoras que pueden conllevar la muerte civil del reo. ¡Él, que tanto ha escrito contra el machismo latinoamericano!

Algún día se tendrá que estudiar el papel que la prensa del corazón (con la excepción de alguna revista) ha jugado en la depauperación moral e intelectual de la sociedad española en las últimas décadas. De cómo unos medios que nacieron para ser el escaparate del ringorrango nacional e internacional, una especie de Disney para adultos, han terminado convirtiéndose en un enorme y sucio patio de vecinos es un asunto digno de tesis doctoral. Tampoco es mal asunto para una novela.

stats