¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Esplendor del Palacio Real
Camino de casa el sábado por la tarde veo terrazas abarrotadas y mucha gente apelotonada en ellas, la mayoría sin respetar números por mesas ni distancias y muchas sin mascarillas. "Y eso que está lloviendo -comenta el amigo que me acompaña-, espérate a que haga sol". Un espectáculo preocupante cuando sólo 252.215 andaluces y 56.862 sevillanos han recibido las dos dosis de la vacuna. Somos 8.427 millones de andaluces y 688.592 sevillanos. Saquen conclusiones.
Leo que el director del plan de vacunación en Andalucía contempla dos escenarios: "El realista de saber las dosis que nos llegarán hasta final de marzo, con el que tendré el 14% de la población vacunada en verano. Y el segundo, decir con tanta certeza el 70%, es un escenario basado en hipótesis de dosis que nos irán llegando, pero no lo sabemos. Entre febrero y marzo [nos han llegado] 1.080.000 dosis, que son para medio millón de personas vacunadas. Es un ritmo lento". Y leo que el consejero de Salud de la Junta considera "imposible" que al comenzar el verano el 70% de la población andaluza esté inmunizada.
Tras leerlo, recordando lo que vi, me preocupo. E intuyo lo que va a pasar cuando el tiempo aclare, salga el sol, la calle invite y para colmo se monten piadosos espectáculos cofrades o alegres decorados feriales que atraigan al público. Porque a lo que invente el ingenio de los priostes y "asesores artísticos" de las hermandades hay que sumar lo que bajo el nombre Sevilla en abril prepara el Ayuntamiento: ornamentar algunas calles y plazas del centro con motivos feriales, instalar en las plazas de San Francisco y del Salvador "elementos que forman parte de la ornamentación de la Feria de Abril", como postes de madera con guirnalda vegetal pintados de blanco y añil, paños altos con motivos decorados, guirnaldas de farolillos en los dos laterales de los pórticos y, en la Plaza de San Francisco, "un gran paraguas central". "Todo -rematan- con su instalación eléctrica para su iluminación característica". Y una fuente con chorrito habría que añadir con voz de Pepe Isbert.
No entiendo este afán por crear puntos de concentración de público, como si se quisiera recibir al bicho a portagayola sin capote de vacunas. Tampoco que muchos ignoren que cuanto más se relajen las restricciones, mayor debe ser la responsabilidad personal para disfrutar sin dar oportunidades al bicho de multiplicarse.
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