¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Capitanía y los “contenedores culturales”
PASA LA VIDA
POR teléfono, por correo electrónico, a través de redes sociales como LinkedIn, y en los casuales encuentros a pie de calle, es continua la imprevista irrupción de testimonios dirigidos a mí en busca de un salvavidas. Éstos son algunos de los mensajes sin botella que han llegado a mí en solo 24 horas, y a los que debemos prestar más atención que al Photoshop de la precampaña.
"Estoy ampliando mi perfil para encontrar un nuevo trabajo. Ya estoy prácticamente fuera de mi puesto en la asociación empresarial. Por favor, escríbeme una carta de recomendación".
"Ese jefe de servicio en el ayuntamiento de mi pueblo está casado con una sobrina del alcalde. Es un enchufado y un prevaricador. Vaya a su planta y verá la camarilla babeante que tiene a su alrededor".
"Llevo años en la Junta, desde el pasado verano en el Servicio Andaluz de Empleo. ¿Podrías conseguirme una colaboración profesional fuera de aquí?"
"Le he dedicado doce años a esta empresa de supermercados, soy una charcutera. Han dicho de mí que trabajaba de modo intachable, y me despiden de la noche a la mañana sin previo aviso. A otros compañeros también les están causando un gran daño moral y psicológico, con coacciones y engaños en los finiquitos".
"Cuidado con esos catalanes que son expertos en desmantelar empresas. Ya están en una de Camas. Peligran todos los puestos de trabajo".
"Están suspendiendo a más personas en el examen práctico para el carné de conducir, pese a estar sobradamente preparadas. Según los examinadores, al haber caído el número de aspirantes a conducir, menguan los ingresos y no se cubren las expectativas, por lo que suspenden a más aspirantes para que paguen de más . Esto es un robo".
Los militantes que ocupan los órganos de dirección de los partidos están tan atareados con luchar por su puesto de trabajo político después de las elecciones, y con defender el reparto de dinero público para los reinos de taifas que controlan en las administraciones, que no tienen tiempo de encabezar el rescate de los parados. Se parecen cada vez más al nefasto capitán Schettino del crucero Costa Concordia. El barco del bienestar social en Sevilla hace aguas a babor y estribor, y ahí tienen la mar de entretenidos a los dirigentes socialistas peleándose por saltar a los botes de la candidatura de Carmen Chacón. Bochornoso.
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