¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Esplendor del Palacio Real
Para conocer cuál es el impacto o la magnitud del cáncer en una población determinada se utilizan 3 indicadores epidemiológicos: 1) la mortalidad (defunciones), que traduce la letalidad de la enfermedad, 2) la incidencia (nuevos casos), que expresa el riesgo de presentar un cáncer, y 3) la supervivencia, que refleja la historia natural de la enfermedad y la efectividad del tratamiento.
Esta información es de gran utilidad para la vigilancia y el control del cáncer en la población.
Según los últimos datos de incidencia, facilitados por la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), en el año 2022, en España se diagnosticarán 120.000 casos nuevos de cáncer en mujeres, lo que supone un ligero incremento con respecto a los años anteriores, aunque esta estimación no tiene en cuenta el posible efecto de la pandemia de la Covid-19 en el descenso de los casos diagnosticados.
Los cánceres más frecuentes diagnosticados en mujeres en España en 2022 serán los de mama y los de colon y recto. A mucha distancia, le siguen en frecuencia los de pulmón, cuerpo uterino, tiroides, páncreas y vejiga urinaria.
Recientemente, hemos publicado un artículo en la revista Cancers con los datos de 13 registros de cáncer que cubren el 30% de la población de España, con 421.000 casos nuevos de cáncer diagnosticados en personas adultas entre los años 2002 y 2013.
De los 23 tipos de cáncer estudiados, la supervivencia a 5 años del diagnóstico fue más alta en las mujeres que en los hombres, globalmente y para 9 tipos (cáncer de cavidad oral y faringe, cáncer de tiroides, melanoma cutáneo, mieloma múltiple, cáncer de pulmón, cánceres de estómago y páncreas, linfoma no Hodgkin y leucemia mieloide agua). Para el resto de los cánceres, la supervivencia fue similar en hombres y mujeres.
Para el total de los cánceres, la supervivencia en los hombres fue 7 puntos menor que en las mujeres (55% y 62%, en hombres y mujeres respectivamente). Por otro lado, el 57% de las mujeres con cánceres de cavidad oral y faringe sobrevivieron a los 5 años del diagnóstico, mientras que en el caso de los hombres solo lo hizo un 38%, casi 20 puntos menos.
El cáncer de pulmón merece un comentario especifico. Hay un patrón diferente de las tendencias de la incidencia en ambos sexos, de forma que, en la última década, ha aumentado sustancialmente el número de casos nuevos de cáncer de pulmón en las mujeres, mientras que han descendido los casos en los hombres, aunque el cáncer de pulmón es cinco veces más frecuente en ellos. Para este cáncer, relacionado fundamentalmente con el consumo de tabaco, también se observan diferencias en la supervivencia a los 5 años, siendo del 13% en los hombres y del 18% en las mujeres, 5 puntos más.
Además, es importante señalar un aumento de la supervivencia, para el conjunto de los cánceres estudiados, entre los dos periodos estudiados (2002-2007 y 2008-2013), lo que
puede estar reflejando: 1) un diagnóstico de los casos de cáncer en estadios más precoces, 2) avances en el abordaje del cáncer, y 3) una mayor efectividad de los tratamientos. Así, por ejemplo, gran parte del aumento de la supervivencia para varias neoplasias hematológicas se debe probablemente a avances terapéuticos, consecuencia de un mayor uso de tratamientos más efectivos y a la mejor estratificación de los grupos de pacientes debido a los avances en la citogenética y biología molecular. Sin embargo, en algunos cánceres, puede que, al menos parte de la mejora de la supervivencia, se deba al aumento del diagnóstico de casos con buen pronóstico, como puede haber ocurrido con el cáncer de tiroides y el de riñón.
En general, la supervivencia del cáncer disminuye al aumentar la edad y el estadio en el momento del diagnóstico, tanto en hombres como en mujeres. Por tanto, los cánceres con estadios más avanzados al diagnóstico presentan peores cifras de supervivencia.
Estos datos son indicadores cruciales para evaluar la Estrategias en Cáncer de los Sistemas de Salud y la efectividad de los servicios de salud para pacientes con cáncer. La supervivencia está muy influenciada, además de por la agresividad del cáncer, por el estadio de la enfermedad al diagnóstico (precoz o avanzado) y la efectividad de los tratamientos.
Posibles explicaciones a estas diferencias en la supervivencia de cáncer entre hombres y mujeres incluyen una ventaja biológica mediada por las hormonas sexuales de las mujeres. No podemos obviar otras diferencias en las sublocalizaciones anatómicas de los tumores y diferentes tipos histológicos, así como las diferencias en la prevalencia de factores de riesgo entre ambos sexos (consumo de tabaco y alcohol), las enfermedades asociadas (comorbilidades) y los factores socio-culturales que podrían favorecer un diagnóstico más temprano en las mujeres.
Es fundamental que sigamos estudiando el porqué de esta brecha de género y de estas diferencias en la supervivencia de cáncer entre hombre y mujeres, incluyendo datos adicionales sobre el estadio del tumor en el momento del diagnóstico, así como otros potenciales factores explicativos, como la agresividad del tumor, para entender mejor las diferencias por sexo e identificar posibles acciones para reducirlas.
Y finalmente, hay que potenciar el papel de los registros de cáncer de población, como herramientas fundamentales para seguir monitorizando y controlando de forma exhaustiva la supervivencia del cáncer en la población española.
Dra. Maria José Sánchez Pérez. Profesora de la Escuela Andaluza de Salud Pública. Directora científica del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA)
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