La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
Sevilla/El alcalde de Sevilla es un pesado en los despachos de los ministerios madrileños. Y eso está muy bien. Los alcaldes tienen que ser reivindicativos, dar la brasa, coger un proyecto y no soltarlo hasta conseguirlo. Como diría Umbral, los buenos alcaldes dan la “barrila” en Madrid. Cada alcalde ha tenido sus estandartes. Bueno, unos más que otros. Rojas-Marcos soñó con los Juegos Olímpicos. Tenía claro en privado que la ciudad no los conseguiría, pero el mero hecho de participar en la carrera ya era rentable. Y lo fue, menos en la construcción de un estadio que han tenido que pasar más de dos décadas para encontrarle usos que más o menos lo justifiquen.
Antonio Muñoz lleva desde abril persiguiendo a la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, para pedir que la Agencia Espacial Española se ubique en Sevilla. Ha ofrecido como sedes determinados suelos municipales del Parque Científico y Tecnológico de la Cartuja y las Naves de Renfe de San Jerónimo. Felipe González fue clave para que en Sevilla hubiera unas oficinas permanentes de investigadores de la Unión Europea. Son tan desconocidas para muchos sevillanos como los Reales Alcázares o el Museo de Bellas Artes. Pero ahí están, en ese edificio que Zoido pronunciaba con tanta gracia: Word Trade Center.
El Gobierno de España (¡Viva!) tiene previsto culminar próximamente la tramitación de la Ley de Ciencia y abrir el proceso de “desconcentración” para el nacimiento de este organismo con el objetivo de que pueda estar en marcha en 2023, justo el año electoral. Por eso Muñoz aprieta. Y lo hace hasta cuando se encuentra con la ministra en estos mítines de apoyo a mi Juan (Espadas) con botellita de agua en la mano. Tanto aprieta Muñoz que la ministra ya lo tiene como un “pesado”. ¡Olé mi alcalde! Así hay que ser: pesado cuando se trata de traer proyectos a Sevilla. Pesado como los periodistas que persiguen la noticia y su sola presencia resulta incómoda. Quiero que el alcalde sea pesado y traiga más cosas, además de esa agencia que seguro que doña Diana concederá a esta ciudad.
Que sea un “pesado” para que de verdad sea impulsada la conexión ferroviaria entre el aeropuerto y Santa Justa, para que la ciudad termine de una vez por todas de parecer limpia, para que haya más superjueves sevillanos como el del próximo día 16 (procesión, desfile de Dior en la Plaza de España y concierto de Sanz). Sea pesado, alcalde, muy pesado. No le importe si no se logra. Lo imperdonable sería no luchar y echarse a dormir. La ciudad bien lo merece. Y su suerte va ligada a la de la ciudad.
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