¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Capitanía y los “contenedores culturales”
PASA LA VIDA
EL crecimiento del Campus de la Salud no puede hacerse para que a los vecinos macarenos les dé un soponcio. Suerte de contarlo sin lamentar víctimas. Porque es de frívola ruleta dejar montada más de un año sin uso una grúa de 45 metros de altura y 50 toneladas de peso, tan cerca de viviendas y al borde de un talud de grandes proporciones.
La eficaz diligencia de los equipos policiales para desalojar de madrugada los bloques de pisos, y el despliegue de medios con los que la Universidad Hispalense atiende a las familias sin salir del barrio, comedor de Medicina incluido, indican buena capacidad de reacción ante la emergencia. Y la rapidez con la que se procedió a desmontar la grúa denota la grave indolencia que supone no retirarla cuando estuvo más que confirmado el parón de las obras de la futura Escuela de Enfermería y su aparcamiento subterráneo.
¡Cuántas veces se escatima dinero para algo que comporta prevenir un riesgo y no está dictado por la alarma! No es la única grúa que hay en Sevilla y su área metropolitana convertida en temerario souvenir del boom empresarial que pasó a la Historia. Pero ni la Gerencia de Urbanismo ni la Universidad pueden consentir que, si la empresa adjudicataria de las obras (Teconsa) entra en barrena, la negociación no comporte el imperativo de quitar la grúa, en lugar de la falsa comodidad de dejarla colocada por si se reiniciaba la labor en el tajo. No estamos hablando de palmeras datileras para decorar con verticalidad el paisaje urbano.
Toca zafarrancho de revisión de grúas. Aunque no tengan al lado una cota tan grande convertida durante el temporal en peligrosa balsa para el corrimiento de tierras. Sobre esta experiencia constructiva que causa grietas de 18 centímetros, tendrá que dar explicaciones en la Hispalense el vicerrector de Infraestructuras, Antonio Ramírez de Arellano. Y en el pleno municipal habrá de debatirse por qué la Gerencia de Urbanismo no ha descubierto los defectos ocultos de una obra que, en su fase inicial hace dos años, causó daños a los bloques de pisos colindantes.
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