Sanz no necesita el salto de la rana

Hará bien el candidato del PP en no incurrir en frivolidades como la de la capitalidad de la ensaladilla. A Sanz le basta con ser Sanz

José Luis Sanz
José Luis Sanz / M. G.

13 de octubre 2021 - 04:00

Sevilla/El PP ha hecho las cosas bien esta vez y ha nombrado al candidato a la Alcaldía con tiempo más que suficiente para que el hombre se recorra varias veces cada distrito. José Luis Sanz frotó la lámpara y le salió un mago con cara de Teodoro García Egea al que pidió contar con dos Navidades, dos Semanas Santas y dos ferias. Un deseo tan razonable que le ha sido concedido. El problema de contar con tanto tiempo es que se dispara también la posibilidad de decir o plantear tonterías, porque en la política municipal prima más que en ninguna otra la necesidad de generar un titular al día, lo cual desesperaba a Pepote Rodríguez de la Borbolla cuando llegó a la Plaza Nueva tras ser presidente de la Junta.

Nos vamos a hartar de ver a Sanz con la moto, junto al bache, haciendo pilates con las señoras del distrito, en los ensayos de costaleros, en los fogones de los comedores benéficos e incurriendo, ay, en frivolidades que distraen y desenfocan el discurso como la referida a la capitalidad de Sevilla en materia de ensaladilla. Haría bien Sanz en parecerse a Sanz, ese señor serio, tremendamente serio que recuerda a Manuel del Valle, y no en precipitarse al hoyo de las pamplinas que no diremos a quién nos recuerda. La campaña de Sanz está hecha desde el momento en que dispone de esos dos años, en que su salida de Tomares ha sido más que digerida por los vecinos y en que no tiene que forzar nada. No haga el ridículo, señor candidato, porque no lo necesita. A Sevilla le gusta su perfil serio, vestido siempre de congresista del PP que vota con la línea oficial del partido y con ese aspecto de estar siempre listo para ir de invitado a una boda. No haga cosas raras, Oseluí. Nadie le pedirá el salto de la rana para darle, llegado el caso, las dos orejas de la Alcaldía de Sevilla. No se deje arrastrar por la política banal, de consumo rápido y que exige esloganes para calmar las ansias de frivolidad.

Y no olvide un peligro: el mandato de Zoido está vivo en el imaginario colectivo. Los 20 concejales siguen pesando mucho, pues fueron y siguen siendo un hito. Es importante tenerlo presente porque cualquier proyecto no realizado por el PSOE, tampoco lo fue por el PP con más ediles en la historia de la democracia. Deje la ensaladilla en la fuente, con su atún y su zanahoria, porque ya sabemos qué ocurrió con el exceso de melva. Y siga sencillamente siendo serio, porque la seriedad es el mejor valor en los tiempos que corren. No nos interesa si lee poesía por la mañana, ni si toma leche sin lactosa, o si prefiere la tostada al picatoste.

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