La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La 'mafia' consentida y conocida
Todos los días son viernes así que desembocas en San Lorenzo y ahora hasta que el arzobispo cierre el quinario. No puede decirse que en estos días tan señalados la Casa del Señor esté más concurrida que nunca pues se da la circunstancia de que siempre está con fieles. Nunca el Señor camina solo por esta Sevilla que le adora en el saber de que sin Él sería menos de lo que es. Empezó el año como siempre, con el ideario de buenas intenciones bajo el brazo y el inventario de buenos deseos en perfecto estado de revista. Y como siempre, arranca en esta Sevilla nuestra con la veneración al Señor en cinco días de prédicas con el templo hasta la corcha. Peregrinaje con San Lorenzo hecho cuenca receptora de incondicionales, con tantas idas y venidas en las que Sevilla pierde su dualidad por el consenso que arrastra el Señor.
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