¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Maneras de vivir la Navidad
La Virgen de los Reyes en su altar de novena, entre San Isidoro y San Leandro, es el símbolo mayor de la perduración de Sevilla a través del tiempo en un arco de más de quince siglos que va de la Híspalis visigoda a la actual pasando por la reconquista fernandina. Una mujer del siglo I representada por una escultura que San Fernando trajo a Sevilla en 1248. Un sabio obispo hispanorromano del siglo VI, San Isidoro, que en las "Etimologías" compiló todo el saber de la antigüedad tardía tendiendo un puente entre el mundo clásico y el medieval, y su hermano San Leandro, que cristianizó la península visigoda y creó la escuela sevillana en la que se impartían todos los saberes de la época, representados por dos esculturas del siglo XVIII atribuidas a Duque Cornejo. No son piezas de museo. La devoción a la Virgen de los Reyes y el legado de Isidoro y Leandro están vivos.
Es cierto que en tiempos de programación de la desmemoria histórica y cultural no se da a San Isidoro la importancia que tiene en la historia de Europa, de España y de Sevilla. Es posible que haya decaído algo la devoción a la Virgen de los Reyes. Pero tengo la esperanza de que monseñor Saiz Meneses la impulse. Quiso iniciar su ministerio rezando ante ella para encomendar "a su protección y amparo toda mi vida: ilusiones y esperanzas, temores e incertidumbres, anhelos y proyectos". En la ceremonia de toma de posesión como arzobispo de Sevilla -"con asombro y profundo respeto"- celebró la "historia fecunda y brillante, de profundas raíces cristianas, de una diócesis que ha dado inmensos frutos de fe y amor, de cultura, de arte, de solidaridad, a lo largo de los siglos"; citando, entre las fuentes de inspiración de su nuevo ministerio, "la inmensa tarea evangelizadora y catequizadora de los santos obispos Leandro e Isidoro" y "la trascendencia histórica de la vida de San Fernando". Y ha querido presidir la novena de la Patrona. Buenas señales. No estaría de más que, siempre que su agenda lo permita, presida la sabatina que creó el cardenal Spínola en 1905.
San Fernando, San Isidoro y San Leandro son el símbolo de Sevilla, su escudo. Y no hay devoción más sevillana que la Virgen de los Reyes, que recibe ininterrumpidamente culto desde 1248. Ojalá nunca olvide Sevilla su mayor contribución -¡entre tantas!- a la cultura universal, San Isidoro, y nunca decaiga su devoción a la Virgen de los Reyes.
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