Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Qué emocionante resulta un debate parlamentario en el que se polemiza con cierto estilo, sin el tono bronco que lastra la política actual en la que sólo nos falta oír el sé donde vives y en la que ya hemos sufrido aquello del eso no me lo dice usted aquí abajo. El otro día rememoramos los mejores días en la sesión de la Comisión del Parlamento de Andalucía sobre la Agenda 2030, cuando los muchachos de Vox no pudieron sacar adelante una moción sobre publicidad institucional. El socialista Mario Jiménez, correoso político de Moguer orillado por el susanismo, soltó uno de esos comentarios que reconcilian con la oratoria parlamentaria. “Son ustedes más inocentes que un sahumerio que dicen en mi pueblo”. Y casi se nos escapa un óle. A los de Vox les debió sonar hasta tierno después que Antonio Sanz, consejero de Presidencia, los hubiera despreciado al exhibir el gozo de la mayoría absoluta: “Ustedes ya no son necesarios”. Está claro que estamos en campaña y hay que marcar distancias, es tiempo de comer en San Telmo con la ejecutiva del Partido Comunista de China, donde mi dilecto consejero se convirtió en Antonio Chán, como el alcalde sevillano que se ha ido al gigante asiático por segunda vez en diez meses, que por algo tenemos claro que ya es Oche Luí Chan. Unos y otros con los chinos... allí o aquí (que diría Rajoy en lenguaje de Barrio Sésamo). Pero el que mantiene el estilo blanco es Mario, el que fue portavoz de aquel PSOE que presidía el asturiano Javier Fernández tras el brusco desalojo de Ferraz del que ahora pernocta en la Moncloa.
¡Cómo hemos cambiado! En veinticuatro horas hemos visto de nuevo a Mario Jiménez en acción en las Cinco Llagas y a Susana Díaz abriendo páginas de los periódicos al largar del PSOE andaluz. Hasta hemos cenado con Felipe González ajustando las cuentas por enésima vez con el sanchismo y el zapaterismo como días antes hizo Rodríguez de la Borbolla. A Pepote le dieron un pellizco de monja desde la sede regional por decirle al reyezuelo que está desnudo. Nos falta un cuarto de hora para conectar la televisión y que salga Telesur. Saluden al subir porque se los encuentran al bajar, enseña el papa Francisco. Por cierto, que tome nota el gran Antonio Chán. No hay muertos en la política, donde muy al contrario existe una resurrección en sesión continua. En un cuarto de hora adquieren relevancia los orillados, alzan los voz los callados, te devuelven en un santiamén todas y cada una de las tortas que has pegado y te dejan sentado en un velador sin licencia. Qué bueno lo del sahumerio, Mario. Que tierna la alusión a la inocencia, ese blindaje.
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