Presente y futuro se citan en Wimbledon

El recital de Carlos Alcaraz ante Medvedev hace que suba su rol hoy frente a Djokovic

16 de julio 2023 - 01:45

Andan los del fútbol engrasando motores para lo que se fía a un mes vista y en este domingo de julio, festividad de la Virgen del Carmen por todo el día, el país se paraliza al conjuro de un veinteañero que lo tiene encandilado. Todos pendientes de ese Djokovic-Alcaraz que nos tiene en vilo y que pondrá a España a pie de televisor así que sean las tres en todos los relojes de la tarde, una hora menos en Canarias y también en Wimbledon.

Sobre todo en Wimbledon, en esa catedral del tenis que sigue exigiendo ropa blanca, como en el tenis fue desde su creación hasta que irrumpió el vil metal con sus patrocinios. En esta tarde, bajo el envidiable nublado londinense y disfrutando de una temperatura confortable se enfrentan el presente con pasado del serbio Nole Djokovic y el presente con futuro de un chaval que ha traído a las pistas la frescura y el encanto de una juventud plena y educadamente insolente.

Los pronósticos juegan a favor de esa máquina de ganar grandes Slam, pues sus treintaicuatro victorias consecutivas en la grama londinense y sus siete finales ganadas son argumento de indudable peso. Otra cosa es que se ponga la mano en el fuego en apoyo de dicho pronóstico, pues nuestro hombre viene de confirmar en yerba su número uno en el ránking ATP y todo se engrandece recordando cómo, a gorrazos, apisonó a Medvedev, un ruso experto en misiles desde el fondo.

Plato fuerte para una tarde dominical en este julio en que los pájaros se caen a plomo por una calor que no aparecerá en el lugar de autos. Chocan el que bien puede considerarse ya como el mejor tenista conocido y un niño con dinamita en sus brazos y seda en sus muñecas. En realidad se trata de la confrontación del presente más indiscutible con el futuro del tenista que con menos años llega a la primera pista del mundo, a la Catedral londinense de Wimbledon, ni más ni menos.

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