La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Los calentitos son economía productiva en Sevilla
Los regidores de Cádiz han desempolvado sus correajes de miliciano, el viejo espíritu chequista de la extrema izquierda andaluza, para retirar la placa de Pemán de su casa natal. No nos extraña, es lo que esperábamos de unos políticos marcados por la viruela del sectarismo y el uso sistemático de la mentira histórica. Lo que sí nos ha llamado la atención es el silencio cómplice que rodea esta nueva meadita del kichismo. ¿Dónde está la Consejería de Cultura mientras se borra la memoria de uno de los escritores más finos de la Andalucía del siglo XX? ¿Dónde Patricia del Pozo? A la consejera arenista habría que recordarle que dirigir la política cultural andaluza es mucho más que restaurar mantos de vírgenes, cambiarse de modelito para cada acto y canturrear flamenco en los programas de la televisión amiga. Pero no queda ahí el silencio. ¿Dónde están las asociaciones de prensa de la comunidad? José María Pemán fue quizás el mejor articulista andaluz de su tiempo, un género en el que brilló muy especialmente. Su teatro, su poesía, pueden haber envejecido, pero sus textos periodísticos siguen conservando una luz y una frescura difícilmente superables. Pues bien, ¿dónde está la profesión? No nos olvidamos tampoco del gremio de los escritores, los poetas, los dramaturgos, los cineastas, la Universidad. ¿Dónde están más allá de buscando ayudas y bolos? ¿Se va a permitir que un alcalde con ínfulas de Roque Barcia se permita borrar de Cádiz la memoria de Pemán sin que ni siquiera se produzca una declaración, una movilización, un acto de desagravio? Si la Junta de Andalucía tuviese algún tipo de sangre cultural en sus venas este sería el momento de reeditar las obras completas de don José María y colocarlas en todas las bibliotecas públicas de la comunidad. ¿Y las rancias academias de nuestras provincias, cuándo van a despertar de la siesta? ¿Y la corte celestial de los artistas plásticos, dónde está? Han retirado una hermosísima placa de José Luis Vasallo y todavía no he visto a ningún escultor salir a pecho descubierto a defenderla.
¿Dónde están todos? ¿Dónde se han metido? ¿Qué agujero negro se los ha tragado? Estamos viendo cómo un grupo radical insulta y borra la memoria cultural de Andalucía y no estamos haciendo absolutamente nada. ¿Qué será lo próximo, prohibir El Séneca?
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