¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Maneras de vivir la Navidad
Sevilla/Habría que instituir un premio más en la ciudad de las distinciones, una suerte de reconocimiento al que se atreve a lucir la guayabera en un acto en el que casi nadie osa acudir sin chaqueta y el cuello abierto. El cambio climático obliga a la Junta a adelantar las medidas contra el calor en los cientos de colegios de Andalucía. Quien quiera puede sacar al menor del aula a las doce del mediodía, hora del Ángelus, pero nos tememos que no están los tiempos para que las tatas, las canguros ni mucho los abuelos asuman esa encomienda con la alerta naranja o roja vigentes. Sobre todo porque ya casi no hay tatas (ni tatos) ni canguros, aunque haya neopuestas de largo, cosas de la Sevilla de las apariencias, de los ingenieros de la mentira, de los que se alimentan de las fantasías, por ejemplo de una Feria sin famosos retratados, pero con fotos de turistas asiáticos, algunas de ellas con un mantoncillo clavado como una estocada desprendida. Ay, qué foto. Esta ciudad es única y divertisídima, sobre todo cuando la intentan reinterpretar sin criterio.
Centrémonos en la medida que han tomado muchos valientes, un verdadero impulso de la sociedad civil: sacar la guayabera cuanto antes. Las primeras cubanas las vimos en abril. Fue la prueba irrefutable de que el cambio climático existe. Recuerdo a José Manuel Ruiz Cortés con su impecable guayabera en el patio de San Antonio Abad tras la misa del azahar en el día de mayor gozo del orbe católico: el Domingo de Resurrección. Acertó el primitivo hermano con una medida de vanguardia, al igual que atinó el rector magnífico cuando acudió a la presentación de un Anuario Joly en el Real Alcázar con una guayabera espléndida, que es la media etiqueta del sevillano cuando aprietan las calores, ¿verdad, Diego J. Geniz? Fue en el verano de 2021 cuando el presidente de la Junta, señor Moreno, saludó en ese foro a don Miguel Ángel Castro por haber sido el invitado que había acertado al asistir de esa guisa. ¡Y tanto! ¡Bravo por Juamma! ¿Y qué me dicen del mismísimo rey de España, que en 2020 acudió en guayabera azul a la visita a las Tres Mil Viviendas?
Preguntaba el otro día Fernando Pérez Monguió en los micrófonos de la SER si se podía declarar abierta la temporada de guayabera en Andalucía. ¡Por supuesto! Nada como una camisa cubana limpia y bien planchada. Adiós al Dustin arrugado. Que le pregunten al gran Pepote Rodríguez de la Borbolla. “Pero la guayabera que sea sueltecita, padre, sueltecita”. Mi dilecto Bendodo tiene una rosa. Mariló Montero tiene una guayabera femenina. Para los asiáticos de la foto de esta Feria prepararemos unas guayaberas de Galán. “¿La Felia tiene glamul? ¿De veldá? Qué calol, señol Antolín”.
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