Gafas de cerca
Tacho Rufino
Un juego de suma fea
PASA LA VIDA
LOS estudiantes y los jóvenes ya adscritos a grupos de investigación son, en Sevilla, los mayores beneficiarios de la siembra que esta semana nos depara el Congreso Mundial de Bioquímica y Biología Molecular. Su asistencia a cursos, seminarios o lecciones magistrales; su descubrimiento del cúmulo de iniciativas con resultados concretos que se exponen; su proximidad a ídolos de la ciencia; su relación en grupos de trabajo y en corrillos con colegas de otros países, y su colaboración con los organizadores para sacar adelante el evento, van a activar sus mentes al cien por cien y les permite perder el miedo escénico.
Quienes ejercen sobre ellos maestría y tutela en los centros del CSIC, en los de la Hispalense o la Olavide, en el Cabimer o en el Instituto de Biomedicina, tienen en este congreso la responsabilidad de mostrar cara a cara a colegas del mundo entero la buena ciencia que se hace en Sevilla. De cómo den la talla, y de sus contactos durante estos cinco días, cabe esperar en el futuro esperanzadas noticias para consolidar la internacionalización de sus proyectos. Y para la captación de fondos, más necesarios que nunca en el ambiente de sálvese quien pueda al que induce la clase política españolacon su ejecutoria.
En ese ambiente de pasión por el conocimiento y por afrontar desafíos en favor de la medicina, muchos científicos sevillanos, andaluces y españoles se agitaban en sus asientos cuando la presidenta del Consejo Europeo de Investigación, Helga Nowotny, exhortaba a incrementar o mantener la inversión en investigación en estos tiempos de austeridad, porque es la mejor manera para superar la crisis. Europa habla desde la experiencia y no nos queremos enterar. El presidente del CSIC, Emilio Lora-Tamayo, antes de llegar a este congreso, fue el lunes a Bruselas para hacer presión con vistas al programa marco de investigación del periodo 2014-2020. La Comisión Europea lo quiere dotar con 90.000 millones de euros, un 70% más que el vigente. Aquí, la Ciencia la representa Luis de Guindos en el Consejo de Ministros. Así nos va.
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