La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lluvia en Sevilla merece la fundación de una academia seria
La opa hostil del PP contra Ciudadanos avanza sin cuartel a pie de calle (ya hay sondeos que dejan a los naranja a un paso de la desaparición), se va materializando en forma de fichajes mediáticos contra su línea de flotación (el más decisivo el de Fran Hervías con su libreta de contactos sentado en Génova) y se cuece a fuego lento en la trastienda institucional con cargos ya tocados en ayuntamientos de toda España.
Tras el fracaso electoral de Cataluña y Madrid que ya pesa sobre el liderazgo de Arrimadas, una de las batallas más decisivas se librarán en Andalucía en cuestión de meses: será clave para la propia supervivencia del partido y mostrará con datos hasta qué punto el partido de Juan Marín es capaz de rentabilizar el poder o sufre el castigo de "haberse entregado al PP" como se le reprocha desde las bases.
La pérdida de la Alcaldía de Granada, un regalo inesperado que se acabó convirtiendo en un monstruo ingobernable, tal vez sea una de las imágenes que mejor ejemplifiquen la deriva de un partido que nació ilusionando a la ciudadanía con la promesa de un programa moderado y liberal en una España fracturada por el bipartidismo y golpeada por la corrupción. Un compromiso que se ha debatido entre la utopía, el desengaño y la frustración. No son pocos los que levantaron el partido que hoy se sienten "utilizados".
En Andalucía, la crisis de Cs va más allá de la elección del cabeza de cartel, de si habrá dedazo para que repita Juan Marín o primarias para dar una oportunidad a la consejera Rocío Ruiz, y en Granada casi la única duda es cuánto tardará Luis Salvador en montar su propio partido.
¿Cs no era progresista y hasta feminista? Pues no se entiende que naufrague y el PSOE no puje. Sorprende que solo sean los populares los que salgan a pescar y con un doble efecto para levantar un muro con Vox. A ver si los "niñatos y chiquilicuatres" de Génova no se dedican (solo) a "intoxicar" por muy provocador que quede el titular con la foto de Aguirre. Aunque no estén a salvo de cometer errores (y con consecuencias como las tensiones baldías con el PP de Moreno y Bendodo), parece que hay una hoja de ruta clara. Tienen al Lobo Hervías en el cuartel de invierno y hay un plan: comerse a Cs y frenar a Vox. ¿Tan sobrados están en el PSOE para no intentar recuperar a los descontentos que se refugiaron en Cs? No nos equivoquemos. No se trata de fichajes para salvar a los de siempre sino del mensaje que nos dan a todos. ¿No era Cs un partido de centro? Al PSOE le falta un lobo.
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