Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Sevilla/Aquella noche tras una amena y entretenida cena de cuaresma, Álvaro Pimentel se me acercó para despedirse y me refirió algo que había escrito días antes. Lo hizo con su elegancia habitual y con esa exquisitez que es marca de su casa: “Nunca dejaré de ser el tío de la caña, no lo dudes. Siempre, sea que lo sea, llevaré la caña. Te lo aseguro”. Y desde entonces siempre lo buscamos en la bellísima procesión del Corpus de la Magdalena, donde figura tras el paso del Dulce Nombre de Jesús con la caña para encender o apagar la cera que ilumina la imagen. Muchos años llevaba cerca a José Luis Trujillo, que portaba el cántaro del agua de los costaleros. El tío de la caña es para verlo: ni sacado de un escaparate de la tienda de O’ Kean en sus años de la Plaza Nueva. Pues el PP ha fichado a Pimentel para la lista municipal en la capital, la que encabeza Oseluí Sanz. Este Álvaro encaja perfectamente en el equipo, máxime cuando desde San Telmo han marcado la boga de abordaje para conquistar ciertos restos del naufragio de Ciudadanos y la externalización de un andalucismo blando, versión soft, sin mucho compromiso, pero que capte esos votos vintage que movía el carisma de Rojas-Marcos.
Pimentel –Pime para sus más amigos– es hermano de la Quinta, en los programas de mano Quinta Angustia. Fue candidato a la Alcaldía por Ciudadanos. Y acabó como tantos en la formación naranja: desencantado. Se marchó del Ayuntamiento tras demostrar su capacidad de diálogo con el PSOE de Juan Espadas, al que apoyó en unos presupuestos decisivos. Estaba cantado su fichaje por el PP. Ninguna de las partes lo disimularon nunca. El paso que dio en su día Francisco Hervías, factótum de Ciudadanos en los mejores tiempos de la formación, lo han seguido decenas de naranjitos, incluso muchos de los que criticaron al Lobo, que pronto sacará a luz un libro que no dejará indiferente a ninguno de los que contribuyeron a levantar (y hundir) el partido en España en general y en Andalucía en particular.
La unión del centro-derecha español se cocina a fuego lento y en diferentes niveles. Pimentel vuelve a su sitio natural: el Partido Popular. Retorna a casa tras unos años en que probó suerte en Ciudadanos al igual que otros tantos compañeros cansados de la cultura de la libreta azul. Vuelve con esa estética de Clark Kent con traje de Jueves Santo. Nos parece muy bien que Oseluí confirme el fichajeOseluí. Pimentel conoce el Ayuntamiento, tiene disciplina de partido y conoce la ciudad. A ver si entre todos consiguen que Moreno (“Llamadme Juanma”) apoye la carrera electoral en Sevilla.
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