¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
El estilo de los viejos profesores
La ventana
NUNCA es tarde si la dicha final merece la pena y se da la circunstancia de que, al fin, un Defensor del Pueblo baja a las alcantarillas ciudadanas para coger el toro de las pequeñas cosas por los cuernos. Se trata del informe que el Defensor del Ciudadano sevillano ha emitido según las quejas recibidas en 2012. Cuestiones como la forma en que ciertos policías locales tratan al ciudadano o cómo algunos taxistas muestran actitudes mafiosas en el aeropuerto se amalgaman con cuestiones tan latentes y amparadas por el gobierno anterior como el incivismo de ciclistas que se comportan sin un mínimo sentido de la convivencia. Esos velocistas por vías peatonales son un ejemplo que aquí se ha denunciado sin éxito alguno y que parece que hay quien quiere pararles los pies. Ya era hora de un Defensor que defienda por encima de todo a los que pagan sus impuestos. Ole por José Barranca.
También te puede interesar