La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¿Dónde está el límite de la vergüenza?
Tribuna Económica
CONSEGUIR un nivel elevado de formación en matemáticas y en lengua asegura mejor el progreso de los estudiantes que la inversión tecnológica en internet y ordenadores personales. Ésta es una de las conclusiones centrales de un estudio que la OCDE hizo público ayer, acerca de la relación entre el uso de tecnologías para la educación y el rendimiento escolar.
Desde que en el año 2005 el Ministerio de Educación, junto con las Comunidades Autónomas, trazaran un plan para dotar de nuevas tecnologías a las escuelas, el panorama ha cambiado profundamente. De contar con una dotación de ordenadores y acceso a internet muy reducido, nos hemos colocado a la cabeza del mundo. En la actualidad, en España el número de alumnos por ordenador es de 2,2. Sólo diez países en el mundo cuentan con una mejor dotación. En Andalucía, con 1,9, la relación es aún mejor. Nos encontramos, por tanto, entre los países con mejor dotación de ordenadores y acceso a internet.
Durante muchos años, algunos académicos empezaron a hablar de la llamada "brecha digital", esto es, de las diferencias en las dotaciones de tecnologías entre países, como una gran amenaza para el acceso a la información y al conocimiento. Algunos de esos académicos vendieron muy bien la idea a los gobiernos, de manera que estos se lanzaron a unos planes de dotación tecnológicos para cerrar esa brecha, sin prestar apenas atención a la mejora de la calidad de la enseñanza en matemáticas y lengua utilizando esas tecnologías.
Pero esa inversión en tecnología, ¿ha mejorado la educación? El informe de la OCDE es claro al respecto. No se han encontrado claras evidencias de que el uso de los ordenadores y de internet en el aprendizaje, mejore el rendimiento escolar. El 73% de los alumnos españoles -como la media de la OCDE- usan el ordenador en las clases. Sin embargo, en los países que alcanzan las calificaciones más alta en matemáticas - Corea y China-Shanghái- solo el 40% de los estudiantes lo usan y esas calificaciones las alcanzan tanto usando los ordenadores como sin ellos. Además, se ha detectado que en los países en donde se utilizan con mayor intensidad, el nivel de comprensión lectora se ha reducido. Es cierto que las habilidades para utilizar un ordenador y navegar por internet son hoy muy importantes para no quedarse aislado del entorno cultural, económico y social. Pero estas habilidades se están adquiriendo a costa de reducir el nivel de formación tanto en matemáticas como en lengua.
Una de las razones más importantes que explican el mal rendimiento educativo de los ordenadores, es la forma como se usan. Los ordenadores están en las clases y en los hogares, pero ¿para qué se utilizan? La formación de los profesores no ha cambiado desde su introducción. Estos deberían orientar el uso de los mismos de forma más didáctica y útil. Y los padres, en los hogares, de limitar y orientar también sus usos.
Tanto el Gobierno central como las comunidades autónomas. deberían dejar de preocuparse por el acceso a las nuevas tecnologías. Ya está hecho. Mucho más debería preocuparles que los estudiantes de países como Eslovenia o Portugal -con menos recursos que nosotros- obtengan mejor calificación en matemáticas y lengua en el informe PISA.
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