La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La sanidad funciona bien muchas veces en Andalucía
El debate electoral en TVE terminó de desnudar a la aspirante de Vox. Juan Marín e Inmaculada Nieto superaron la prueba, mientras que Macarena Olona se reveló como una candidata inane, andaluza impostada, tan propensa al mitin como incapaz de argumentar y debatir. Aterrizó en Andalucía para añadir un plus de carisma, personalidad y contundencia a la marca Vox y va camino de erigirse en rémora para la ultraderecha.
Llegó como paracaidista a Andalucía trampeando. Hizo trampas con su inscripción en el censo de Salobreña para poder ser candidata. Hizo trampa en el debate del lunes con la frase de un texto escolar sobre los cazadores que ya había sido corregida a instancias de la Junta. Ha hecho trampa al no abandonar su escaño en el Congreso de los Diputados hasta después del 19-J con la excusa de que perdería su excedencia especial como abogada del Estado (falso). Hace trampa al no comprometerse a permanecer en el Parlamento andaluz los próximos cuatro años si los ciudadanos no la llevan a la presidencia o vicepresidencia de la Junta.
En el debate estuvo desastrosa. Por dos errores graves. Uno, centró sus ataques básicamente en Juanma Moreno, obviando que los votantes de Vox valoran la gestión del actual presidente con un 7,5, según el CIS, y que sólo una parte de los electores andaluces se desenvuelve por motivos ideológicos, siendo mayoría los que votan movidos por los distintos malestares acumulados y entrelazados. Dos, no ofreció datos ni argumentos, sino exabruptos y grandilocuencia. ¿Tiene Vox algo parecido a un programa para Andalucía? Hasta el momento presente, no.
Por otra parte, ella no discute, sino que da mítines, tanto cuando corresponde por dirigirse a sus incondicionales (por cierto, estuve en su mitin en Los Remedios, y no hubo ni de lejos la multitud de la que dieron cuenta la mayoría de mis colegas) como cuando no toca eso, sino contrastar y explicar proyectos ante cientos de miles de espectadores. Quizás piensa que para camelarse a los andaluces es suficiente con proclamarse española, despotricar de la inmigración y negar la violencia de género. Por eso no confronta con nadie en particular, sino con todo el bloque democrático en su conjunto, no lleva caravana, cancela entrevistas y actos de campaña mientras ensaya para el siguiente mitin.
El efecto Olona va a ser finalmente defecto. Paradoja: en beneficio de Juanma.
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