Antes de Mr. Marshall vino Chaplin

Divertido, entretenido, riguroso y documentado: un libro sobre la ‘americanización’ del ocio y la cultura

04 de junio 2024 - 01:00

En 1945 Jacques Pills cantaba en Hello Baby, Mademoiselle: “Cuando un soldado americano/se pasea por los bulevares mascando chicle/ entabla esta conversación: / Oh La La, mademoiselle / I go to l’Opera./ La sonriente parisina le dice gentilmente: / precisamente voy para allá…”. Y el encuentro termina en boda: “Pronto, ante el señor alcalde,/ dos grandes países de la Tierra se unirán”. Fue tras la Segunda Mundial cuando el American Way of Life se impuso. Todos querían ser americanos como cantaban con ironía Lolita Sevilla en 1953 –“Viva el tronío/ de ese gran pueblo con poderío. / Ole Virginia y Michigan / Y viva Tersas que no está mal./ Os recibimos, americanos, con alegría”– y Renato Carosone en 1956 en Tu vuò fa l’americano, en la que se reía de los que quieren hacerse el americano bebiendo whisky and soda, bailando rock and roll, jugando al béisbol y fumando Camel.

Pero fue antes, en el período de entreguerras, cuando las modas americanas entraron en Europa por la puerta siempre abierta de Francia. También en España, como ha estudiado el catedrático de la Complutense Juan Francisco Fuentes en el tan entretenido y divertido como riguroso y documentado Bienvenido, Mister Chaplin. La americanización del ocio y la cultura en la España de entreguerras (Taurus), un libro esencial por sus propios valores y por la carencia de estudios serios sobre la recepción y circulación de la moderna cultura popular en España.

“Cuando a finales de 1931 Iliá Ehrenburg llega al corazón de Madrid, hace un descubrimiento sensacional: ¡La Gran Vía es Nueva York!”, dice el autor en su presentación. Porque “para muchos españoles nacidos con el siglo, Yanquilandia, como llamó Unamuno al antiguo enemigo del 98, conformó decisivamente su visión del mundo”. Era cierto en lo popular, pero también en la alta cultura: “En España se bailaba el foxtrot y el charlestón, triunfaban el jazz y las marcas americanas y causaban furor las estrellas del cine mudo, como Charles Chaplin y Buster Keaton, tema de inspiración de las vanguardias artísticas y literarias y, en especial, de la Generación del 27”. Lo prueba la cita de Buñuel que abre el libro: “Yo adoraba América antes de conocerla. Todo me gustaba: las costumbres, las películas, los rascacielos, hasta los uniformes de los policías. Creo que Estados Unidos es el país más hermoso del mundo”. Léanlo. Me agradecerán el consejo.

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