Gafas de cerca
Tacho Rufino
Un juego de suma fea
Editorial
EL alcalde dijo poco antes de la inauguración que estas serían la Semana Santa y la Feria del Metro. No se equivocaba. Los sevillanos, los de la capital y los del área metropolitana, han acogido la nueva infraestructura con entusiasmo. Hasta el punto de que la línea 1 se quedó pequeña en las jornadas centrales de la Semana Santa y se ha colapsado en el inicio de la Feria. Puede, si no morir, sí al menos enfermar de éxito. El Metro era una necesidad que clamaba al cielo y su principal problema es precisamente su insuficiencia para dar el servicio que requiere una aglomeración urbana como la que representa Sevilla y su extensa área metropolitana. Los sevillanos han aceptado el Metro desde el primer día como un medio de transporte que soluciona buena parte de los problemas de movilidad para un alto número de ciudadanos. Pero la primera prueba de fuego no se está pasando precisamente con nota alta . El Metro está mostrando sus carencias y su falta de capacidad para atender una demanda tan masiva como la que se está registrando en estas fiestas. Lógicamente, sería prematuro extraer conclusiones absolutas de esta circunstancias. Una infraestructura tan compleja como ésta necesita un periodo relativamente largo de puesta a punto y ajuste. Pero es ante todo un servicio público que requiere determinados estándares de calidad y lo cierto es que las quejas que están expresando muchos ciudadanos están más que justificadas. De ello deben tomar buena nota los responsables del Metro de Sevilla si no se quieren ver desbordados con más frecuencia de lo que sería permisible. El problema es que se ha quedado pequeño desde el mismos momento de su nacimiento. La solución sólo puede venir con la ampliación de la infraestructura hasta adaptarla a las necesidades de la aglomeración urbana a la que debe de servir. La nueva consejera de Obras Públicas debe tomar conciencia de la carencias del transporte metropolitano en la capital de Andalucía. La activación de las líneas del Metro que figuran en el plan inicial es una necesidad para Sevilla a la que el Gobierno andaluz tiene la obligación de hacer frente sin demora.
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