Meloni, domadora de eurófobos

Vox está en el grupo de Meloni, de modo que el partido de Abascal podría ser homologado por el establishment europeo

¿Y si se adelantan las europeas?

Giorgia Meloni, presidenta del Consejo de Ministros de Italia.
Giorgia Meloni, presidenta del Consejo de Ministros de Italia. / EFE

02 de junio 2024 - 04:00

LA economía se ha globalizado y el Estado no, por eso el proceso de la Unión Europea resulta tan fascinante y, a la vez, tan aleccionador para otros países que a lo largo de su historia se habrán matado menos que los del Viejo Continente, aunque el consenso que ha permitido esta federalización desde el Tratado de Roma de 1957 está a punto de ser sustituido por una nueva fórmula en la que participarán partidos que hasta hace dos años eran eurófobos y enemigos decididos de los valores comunitarios. Giorgia Meloni es la líder de ellos y sus Hermanos de Italia, el objeto inconfesable de deseo.

Lo que eligen los europeos el domingo no es del todo un Parlamento soberano, ya que son los jefes de gobierno de los países miembros, los Veintisiete, quienes van a proponer al próximo presidente de la Comisión Europea una vez escuchado el resultado de las urnas. El Europarlamento debe refrendar la propuesta, pero serán los presidentes quienes antes decidan si la presidenta seguirá siendo Ursula von der Leyen u otra persona, y ahí es donde entra en juego el poder de Meloni.

Von der Leyen necesitará a Italia, que es uno de los grandes países de la Unión, si tal como amaga Enmanuel Macron, su candidato es otro italiano, Mario Draghi, el salvador del euro, aquel bendito burócrata que espantó la Gran Recesión con unas pocas palabras mágicas: compraremos tanta deuda como sea necesario. Con Von der Leyen también estará España, ya que la alemana ha sido una de las grandes aliadas de Pedro Sánchez durante la legislatura.

Meloni pertenece al mismo grupo parlamentario –Conservadores y Reformistas– que Vox, de modo que el partido de Santiago Abascal puede ser homologado por el establishment europeo por la vía que le abre la italiana. Von der Leyen y Feijóo ya han adelantado esta posibilidad, aunque tratan de diferenciar entre este grupo de extrema derecha y el otro, Identidad y Democracia, donde se situaban Marine Le Pen, Matteo Salvini y, en especial, Alternativa por Alemania, un partido ultra al que tanto democristianos como socialdemócratas alemanes sí lo tienen apartado bajo un cordón sanitario. Tan montaraz que Le Pen y Salvini no contarán con ellos en la próxima legislatura.

El ejercicio del poder ha reformado a la Meloni posfascita, se arrepintió de su mitin en Marbella, metió al húngaro Viktor Orban en el pacto migratorio y ahora veremos cómo le va la doma de eurófobos, aunque la Unión será otra cosa distinta y no una democracia deliberativa si utiliza su poder para echar del tablero del poder a la socialdemocracia fundadora.

stats