Matices del recién nacido Sevilla F.C.

VIENDO la foto del nuevo grupo que va a dirigir los designios del Sevilla me da la impresión de que, a falta de José María Cruz, va a ser Monchi quien lleve la voz cantante. Con esto no quiero decir que vaya Pepe Castro a ser un presidente que ni pinche ni corte, pues me precio de conocer al utrerano y podría asegurar que su papel de segundón lo agotó durante el largo tiempo que estuvo a la sombra del omnímodo José María del Nido.

Castro es un self made man que sabe dónde está en cada momento. Sevillista total, le ha contrariado la negativa de José María Cruz a formar parte del grupo. Contrariedad que él palía confiando que en un día no lejano el cartesiano Cruz acceda a subirse al puente de mando del Sevilla Fútbol Club. Y en el ínterin, la confianza puesta en el hombre de fútbol, ya que Castro, inteligente al cabo, sabe que en fútbol la suerte influye menos mientras más se sepa de sus recovecos.

Monchi es el único que queda en el club de aquel trípode que cimentó al Sevilla para salir de una penuria económica aparentemente insoluble. Monchi, con Roberto Alés y Joaquín Caparrós cimentaron al Sevilla que hoy es y que sólo necesitaba la guinda de la osadía, energía y saber de un presidente como José María del Nido. Sólo queda Monchi en la escena y aunque nadie lo haya dicho ni siquiera oficiosamente, me da en la pituitaria que será el cañaílla quien patronee la nave.

Y eso no sería, ni muchísimo menos, desdoro para Castro, sino la constatación de que el cargo no se le ha subido hasta el punto de obnubilar la inteligencia. También está claro que Del Nido, esté donde esté, va a saber el minuto y resultado del Sevilla en todo momento, que para eso está ahí su primogénito en vela. Y quizá le choque a muchos la ausencia de Vizcaíno, pero es que éste sin su amigo José María al lado no se halla. ¿Será de aquesta manera? Doble contra sencillo.