Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Macarena Olona ya está haciendo las maletas. Solo falta el anuncio oficial de Juanma Moreno convocando elecciones en Andalucía (las principales quinielas apuntan a mayo) para que la diputada por Granada deje el Congreso y cruce Despeñaperros para encabezar la carrera de Vox a San Telmo. Lleva semanas de campaña pero hasta esta semana no ha confesado públicamente que, “si está de la mano de Dios”, su próximo tren tiene parada en Sevilla. Se lo ha dicho a su “admirado” Jiménez-Losantos.
La maquinaria mediática también está ya en marcha; no la autonómica, la nacional. Porque la campaña de Olona como número 1 a la Junta no tendrá sesgo regional. No cuando las previsiones de unos, los temores de otros, la sitúan como vicepresidenta primera. Y no de florero. Con responsabilidades de máximo nivel. Con mando en plaza.
Y se acabaron los complejos. La también portavoz de Vox (tiene mejor cartel que Santiago Abascal) decía este fin de semana en Valladolid que está “harta de políticos sectarios” y de una “derecha acobardada que pide perdón por su existencia ante los ataques de la izquierda”. Su discurso cala. No es ninguna indocumentada. La derecha (moderada) nunca ha querido meterse en el jardín del feminismo; le ha dado tanta urticaria como el debate de la memoria histórica. Para Macarena Olona es una página más de la particular “batalla cultural” que se está librando en España: “Defendemos un feminismo que no se base en el odio al varón”. No esquiva ni la violencia machista.
Tienen motivos en San Telmo para ponerse nerviosos. Vox podría duplicar resultados (rozar los 20, un diputado más por provincia) y, salvo que Andalucía se vuelva de derechas de la noche a la mañana, resulta complicado que el PP supere los 50 escaños que cocina Bendodo; mucho menos salvar los muebles con Cs cuando están a un paso de la insignificancia (¿lograrán al menos 3 diputados?)
Es pronto para hacer quinielas pero no para anticipar el nuevo laboratorio en que se convertirá Andalucía. Desde la izquierda, hay quienes miran a Portugal soñando con que el “voto útil” contra Vox dé una oportunidad al PSOE de volver a la Junta. ¿Pero aliándose con quién? Porque si la fragmentación de la derecha ha beneficiado a António Costa, resucitando las añoradas mayorías absolutas, nuestras izquierdas a la izquierda del PSOE siguen sumidas en su particular juego de tronos. Ni Yolanda Díaz se atreve a desembarcar en el reino de taifas que es Andalucía...
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