La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Los calentitos son economía productiva en Sevilla
La sanidad privada hace tiempo que ha dejado de ser la panacea, sobre todo porque hace falta una recomendación para que el médico te cuele. ¡En la privada, oiga! Los médicos están abandonando los seguros privados porque no son nada rentables, cobran una miseria por los servicios y tienen que aguantar una presión como en la pública. ¿Son de verdad conscientes las autoridades andaluces de cuanto está ocurriendo a pie de Urgencias, Atención Primaria y en las miles de consultas de los médicos de las compañías privadas? La sanidad andaluza no es un desastre, pero presenta deficiencias en primera línea que son preocupantes. En la sanidad andaluza trabajan grandes profesionales, pero sencillamente no dan abasto. Por fortuna vivimos más, requerimos por tanto una mayor atención sanitaria y todo indica que la tendencia irá en esa misma líneas. La sanidad y las pensiones son los grandes retos de los gobernantes en la actual coyuntura. El presidente de la Junta de Andalucía no sólo salió limpio de la pandemia (la mayor crisis sanitaria que hemos sufrido), sino muy reforzado. Fue su éxito. Pero ha emergido con fuerza un problema que arrastrábamos con anterioridad: la sanidad tiene graves deficiencias. Por esas carencias y fallos en el sistema sanitario fue desalojado del poder el otrora poderoso PSOE andaluz. El personal perdona casi todo menos que el abuelo tarde siete meses en ser recibido por el especialista en el corazón, no llegue la cartita con la cita para la abuela en el cirujano o no digamos que se sume a esa circunstancia que al niño le haga falta una endodoncia y, por tanto, haya que rascarse el bolsillo para esa operación y las consiguientes revisiones en una consulta... privada.
Hemos tenido muchos años un gran sistema sanitario, pero ahora está desbordado en determinadas áreas. Alguien tiene que decirle al rey que está desnudo y que no hay esmoquin de ninguna marca andaluza que lo tape. Alguien tiene que quererlo bien (no pelotearlo ni contribuir más al endiosamiento) y exponerle que por la sanidad caen los gobiernos. Alguien tiene que sacarlo por un minuto de la peligrosa curia palaciega para advertirle que la sanidad es el sumidero por el que ya se han ido gobiernos de partidos que un día encadenaron mayorías absolutas. El personal perdona la escandalosa corrupción. Está demostrado. Pero no disculpa que la sanidad no funcione. España es un país que da por hecho que los médicos nos atienden rápido, eficaz y gratis. Yeso ha funcionado así hasta 2018. No se entiende que no se haya corregido el rumbo. Pronto iremos tarde.
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