¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
El estilo de los viejos profesores
EL Barómetro Joly era muy expresivo. En las oleadas anteriores el deseo de cambio político en Andalucía estaba muy extendido, mientras que en la de ahora, cuando las elecciones están cerca y la pregunta se concreta identificando el cambio con la llegada del Partido Popular al poder, los partidarios ya son bastante menos numerosos. Con una excepción: los más jóvenes. Los máximos valedores de que Griñán desaloje San Telmo y Arenas sea presidente de la Junta están en el bloque de los que podrán votar por vez primera en unas elecciones autonómicas. Otras investigaciones demoscópicas , como la de la Universidad Pablo de Olavide entre sus alumnos, constata igualmente que el PP recibe mayor respaldo que el PSOE e Izquierda Unida entre la muchachada estudiantil. No es exagerado pensar que, con un paro que afecta a la mitad de la población juvenil y el sombrío panorama que se abre a los graduados, licenciados, doctorados y masterizados, son muchos los que consideran al PSOE el partido del statu quo, defensor de lo establecido, adicto al conservadurismo en el plano político. Apunto un complemento a esta idea: el socialismo andaluz tiene sus más fieles apoyos en las personas mayores, de nivel cultural medio o bajo y habitantes de zonas del interior y ciudades medianas o pueblos. Ahora que lo escribo, parece que estoy definiendo a la audiencia preferente de Canal Sur. Es una audiencia conservadora, sí, en términos puramente sociológicos.
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