La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La sanidad funciona bien muchas veces en Andalucía
Mira que es fácil levantar un teléfono, enviar un WhatsApp, tuitear o recurrir a cualquier otra forma de comunicarse. Pues ni por esas. Ni estas facilidades le sirven al PSOE para materializar sus sueños sobre la televisión pública allí donde puede hacerlo. Hace pocos días Antonio Hernando criticaba con merecida dureza en el Congreso de los Diputados la gestión y la programación de TVE, atizándole a Rajoy por no seguir el modelo de la BBC. Al partido socialista y a su portavoz les preocupa el churro de televisión pública nacional que tenemos y por ello ha propuesto al Gobierno y a los otros partidos "un gran acuerdo para un nuevo modelo de financiación, de gobernanza y de programación de servicio público" que ofrezca a los españoles una RTVE "de calidad, independiente, creíble y sostenible".
Lo suscribo y aplaudo. Lo desconcertante es que los socialistas no lo hayan hecho allí donde pueden hacerlo con la comodidad y los amplios poderes que otorgan gobernar durante diez legislaturas. Caso de Andalucía, por ejemplo. Los libros de autoayuda y los coaching de los realities repiten machaconamente: "si quieres, puedes". Parece que no es así en el caso del PSOE y la televisión pública. Si tanto atormenta a Hernando y a su partido que RTVE no respete la calidad exigible a una televisión pública que pagan todos los ciudadanos, y tanto envidian el modelo de la BBC, ¿por qué no lo han hecho y no lo hacen en Andalucía?
Es evidente, caso de RTVE, que la función de una televisión pública no es competir con las privadas con el concurso de guisos de Loles León, Cayetana Guillén Cuervo, María del Monte o Manuel Benítez, con el subidón de azúcar de Corazón -cuyos comentarios convierten el Hola! en La revista de Occidente-, con el Hora punta de Cárdenas que la cadena define como "nueva apuesta por el entretenimiento y la actualidad con un toque de humor" (y todos sabemos lo que esto quiere decir), con culebrones o con el ya mencionado concurso de cocina ahora en versión celebrity. Pero es igualmente evidente que la muy socialista Canal Sur es aún peor en su apuesta por la telefolclocascarria institucionalizada. Pregúntense por qué el mismo partido exige en Madrid una televisión pública de calidad y en Andalucía lleva décadas haciendo lo contrario. En vez de exigírselo a Rajoy, Hernando podría pedírselo a Díaz. En principio debería ser más receptiva.
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