La Galerna del Cantábrico

Cincuenta y ocho años sin que nadie alcanzara esa marca. Desde el 11 de mayo de 1966 en el estadio de Heysel hasta el 1 de junio de 2024 en Wembley. Paco Gento, casi seis décadas después, tres años más que el tiempo que lleva el hombre sin volver a poner los pies en la Luna, ya no es el único futbolista sobre la faz de la tierra con seis Copas de Europa. Lo han alcanzado Dani Carvajal (se cumplió mi profecía de semifinales: el mejor es el 2), Nacho Fernández, Luka Modric y Toni Kroos. Ni Bob Beamon aguantó tanto tiempo con su récord en el salto de longitud en México 68. Vinicius comparte con Gento otro de los podios, el de los bigoleadores del Madrid en finales de Copa de Europa, que también tienen Raúl y Sergio Ramos. Gento marcó en la segunda a la Fiorentina, el año que nací yo y Cela entró en la Academia, y en la tercera al Milán el gol decisivo el año que nace Paco Gallardo.

Cito al doctor y novelista Francisco Gallardo porque fue él quien me prestó el libro Gento Real (GeoPlaneta) escrito por su amigo José Luis Llorente Gento, sobrino del futbolista. Una emotiva biografía de su tío, la Galerna del Cantábrico, un tipo humilde como un personaje de las películas de John Ford. Real no es el adjetivo del equipo que lo fichó, el Real Madrid fundado en 1902; es el apellido de su mujer, Mari Luz Real, la madre de sus hijos Paco y Julio Gento Real.

Los Llorente son hijos de una hermana de Gento: dos futbolistas, Paco y Julio; dos baloncestistas, Toñín y José Luis. Paco Llorente se pasó del Atleti al Madrid y su hijo Marcos Llorente del Madrid al Atleti. Trasiego entre Cibeles y Neptuno. Uno de los hijos de la hermana de Gento, Paco, se casó con una hija de Grosso. Un Real muy familiar: un cuñado eliminó al Bayern Múnich y otro abrió la lata del Borussia Dortmund.

Gento alcanzó las seis Copas de Europa en 1966 frente al Partizán de Belgrado con dos goles de Serena y Amancio. Después vinieron 32 años de sequía hasta la final de Amsterdam. Gento era el puente entre el Antiguo Testamento (Di Stéfano y Puskas, los que vapulearon al Eintracht de Fráncfort en la final de 1960 en Glasgow) y el Nuevo Testamento de Pirri, Zoco, Amancio, Grosso y Velázquez, que es imposible pronunciar sin el “y Gento” a continuación. Todos menos Pirri están en la corte celestial de don Santiago Bernabéu, porque el cielo tiene que ser muy parecido a Santa Pola. El año 22 murió Gento, el 23 Amancio y el 24 los madridistas volvimos a la Luna. Desde el 92, cuando el disparo del Ronald Koeman a Gianluca Pagliuca, portero de la Sampdoria, no ganaba un equipo español en Wembley. La primera Copa del Barcelona. El año de la Expo 92, de la que han pasado 32 años, los mismos de la sequía blanca en su travesía por el Madrid de los García y la Quinta del Buitre.

Qué buena biografía ha escrito José Luis Llorente de su tío Paco. A mi tío Manolo le hicieron una prueba en el Madrid y debió verlos a todos ellos. Fue portero del Melilla, del Jaén, del Sporting Mahonés. Mi tía Tere le dio tres hijos guardametas. Preciosa la historia de amistad que su sobrino cuenta de Gento con Iríbar. Un chopo azotado por una galerna.