Expropiar Giralda y Mezquita

Editorial

13 de marzo 2015 - 01:00

DENTRO de su carácter en general vaporoso y descomprometido, el programa con el que la candidata de Podemos, Teresa Rodríguez, concurre a las elecciones andaluzas, desvela de vez en cuando algunas ocurrencias de progresía trasnochada y radicalismo adolescente. Ya durante la precampaña la número uno de la lista de Sevilla adelantó la idea de un posible referéndum ciudadano sobre la continuidad o no de la Semana Santa, extravagancia que fue rápidamente archivada tras su conocimiento público. Ahora es el propio programa electoral de Podemos el que en un capítulo dedicado a "la regeneración social a través de la cultura y la sociedad del conocimiento" propone reforzar el carácter público de los bienes patrimoniales de propiedad pública y privada, "recuperando como bienes públicos las inmatriculaciones realizadas por la Iglesia católica, como la Mezquita de Córdoba o la Giralda". Ambos edificios patrimoniales de incalculable valor han sido inscritos por las autoridades eclesiásticas en el Registro de la Propiedad en los últimos años en virtud de la vigente ley hipotecaria, pero llevan muchos siglos perteneciendo a la Iglesia. El origen musulmán de ambos templos y de la torre almohade de la Giralda ha servido de pretexto para ciertos movimientos de revisionismo histórico que disputan dicha propiedad, si bien en el caso de la Mezquita-Catedral la Junta de Andalucía, durante la etapa del Gobierno PSOE-IU, limitó sus reivindicaciones a una gestión compartida de los templos sin poner en cuestión la propiedad de los cabildos católicos respectivos. Podemos ha llegado ahora más lejos al plantearse como objetivo una auténtica desamortización de ambas catedrales y su paso a propiedad civil. Esta reivindicación responde a impulsos de sectores muy minoritarios de la sociedad andaluza y elude el hecho cierto de que su conquista por las tropas cristianas se produjo hace cientos de años, así como la verdad histórica de que los musulmanes que le dieron esplendor también lo hicieron sobre templos preexistentes igualmente conquistados por las armas. La realidad es que la Catedral y la Giralda de Sevilla y la Mezquita-Catedral de Córdoba, grandes atractivos para el turismo mundial y patrimonio universal, son propiedad de la Iglesia católica, a la que cabe exigir su defensa y mantenimiento, su apertura al público sin distinción y la conservación de su integridad espiritual y de todo el legado de las dos religiones implicadas que constituyen su esencia. La propuesta de Podemos es, en este sentido, una muestra de pensamiento inane y una expresión de falso radicalismo que encubre la ausencia de un programa real para resolver los muchos y graves problemas de Andalucía.

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